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Silvestre Dangond sigue revelando sus “locuras”

En medio de la pandemia surgió un álbum que para Silvestre Dangond representa mucho, “Las locuras mías” es además una oda al vallenato.

Se trata de uno de los artistas más versátiles del momento, con un estilo único y un camino promisorio por recorrer dentro y fuera del país. Su sonido ha conquistado nuevos mercados y aunque hace más de una década está radicado en Miami, sus raíces lo atraen y cada vez que puede regresa a Valledupar y a su tierra, Urumita, donde recarga energías.

En esta temporada, con características especiales, Silvestre Dangond ha vuelto para seguir el curso de su más reciente trabajo discográfico “Las locuras mías”, el decimocuarto álbum en sus 18 años de carrera, donde le canta al amor, pero también al despecho, temática que se había alejado un poco tras su internacionalización como artista, sin embargo decidió retomar al lado de su fórmula en el acordeón Lucas Dangond y como invitados en este mismo instrumento, Juan José Granados y Jimmy Zambrano.

Por estos días el urumitero presenta el video de su canción “La última vez”, perteneciente al álbum en mención y cuyo rodaje se llevó a cabo en lugares emblemáticos de su querida Valledupar, con talento local y con su compromiso de hacer del tema un himno para sus seguidores.

Ante esto advierte que siempre se ha sentido orgulloso de lo que le rodea en su tierra, estar acompañado por su gente no tiene precio, además, poder devolver ese cariño por el apoyo de tantos años, es su mayor anhelo, por eso quiere seguir grabando videos allí, no sólo con la empresa que ahora se encargó de ese trabajo, la idea es dar oportunidad al talento naciente.

Silvestre indica que no hace música bajo presión. Cuando decidió dar un giro en su estilo y empezó a grabar las fusiones que ahora lo identifican, muchos seguidores le sugerían regresar al vallenato puro, sin embargo no atendió el llamado porque sencillamente pensaba que no era el momento, necesitaba convencerse así mismo.

“Las locuras mías” fue ese álbum que marcó el regreso a sus raíces vallenatas, pero sólo porque llegó la ocasión que estaba esperando, lo sintió y lo expresó convencido y enamorado, lleno de buenas cosas, además, hubo tiempo para desarrollarlo como quería durante el confinamiento.

La conquista internacional

Siendo “Las locuras mías” un álbum netamente vallenato, surge el interrogante sobre la aceptación del mismo en el mercado internacional que Silvestre ha ganado a pulso en los últimos años, a lo que él responde que si bien no se arrepiente, ahora cree que este ejercicio debió hacer hace dos o tres años antes.

La razón es porque su público internacional, ese que se cautivó con temas como “Cásate conmigo”, entre otras de ese estilo, está encantado con lo que le ha presentado. “No se trata de cifras, lo digo porque lo sienten los dominicanos, los cubanos, portorriqueños, mexicanos, y eso me motiva, sin dejar de hacer lo otro, puedo hacer las dos cosas, juntas, pero no revueltas”, aclara el cantautor.

Silvestre sabe que ese estilo se impuso y se quedó, igualmente es consciente de que hay una generación que le afecta, mientras que otra lo disfruta. “Desde que empecé con esto he comprendido que hay un público egoísta y lo entiendo, así como a nadie le gusta compartir su mujer, sucede con la música, quieren que sólo se haga vallenato, existe celo”, advierte.

Acostumbrado a una actividad constante, el urumitero se vio de repente encerrado, sin embargo, aclara que si nuevamente tuviera un tiempo como el que acaba de vivir, obviamente restando la crisis generada por la pandemia, lo aprovecharía para hacer otro álbum como este. Fue un trabajo que iba acorde a los días, no al tiempo, pudo hacer cambios sin presión y percibió todo de acuerdo a su estado de ánimo.

Innovador por naturaleza, Silvestre fue de los primeros artistas que se sumaron a los conciertos desde la virtualidad, el primero el 21 de noviembre desde el río Guatapurí y otro igualmente exitoso cerrando el año desde Barranquilla. Los cataloga como alegres y alentadores para el público, pero no resultan iguales para los artistas, es una desventaja al no poder ver la reacción de los asistentes.

Ahora, cuando aún existe una dinámica de cuidado extremo y todo no regresa a la antigua normalidad, encontró una “puerta abierta” en Estados Unidos, inicialmente en Miami, donde se llevarán a cabo presentaciones con normas establecidas y que pondrán a la industria del entretenimiento a otro nivel.

Son ocho conciertos los que se realizarán del 6 al 16 de mayo en The Fillmore Miami Beach, y serán pequeños pero “sustanciosos”, con mucha durabilidad, expresa el cantante, al tiempo que agrega que lo primero por lograr es la confianza del público en medio de una incertidumbre que va a requerir adaptación, mientras él sigue grabando.

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