Desde cuando se conocieron los primeros casos empezando la década del 80 en el siglo pasado, el Virus de Inmunodeficiencia Humana ha experimentado muchos avances en relación al tratamiento y diagnóstico, dando una esperanza a los pacientes que independientemente de la forma como lo adquirieron, aguardan por una cura definitiva.
En la actualidad, se cuenta con un tratamiento antirretroviral, cuyo principal objetivo es disminuir el número de píldoras que el paciente debe usar, además combinarlo, es decir, estas personas ahora tienen una terapia personalizada, de acuerdo a su estado clínico y a sus necesidades, indica la doctora Mónica Vargas Pinillos, Gestora del riesgo en salud de Mutuel Ser Eps.
Es de aclarar que un paciente con diagnóstico de VIH, son enfermedades llamadas “oportunistas”, tal es el caso de la tuberculosis, el toxoplasma cerebral, neumonía y padecimientos que afectan el sistema inmune, también se cuentan allí las enfermedades crónicas no transmisibles, entre las que se cuentan coronarias, renales, hepáticas, que se desarrollan con la cronicidad del padecimiento.
Aunque la concepción del VIH fue objeto de discriminación en sus inicios y hasta hace muy poco, la doctora Vargas advierte que actualmente el grupo poblacional más afectado a nivel mundial, está representado por mujeres, en un 53% de estadísticas del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el Sida ONUSIDA, y se concentra en edades entre 30 y 50 años.
La llegada de la pandemia por Covid-19 ha supuesto un cambio en todos los aspectos de la vida y los tratamientos a pacientes con Sida han experimentado cambios en el modelo de atención, es decir, se han visto obligados a evolucionar al modelo de teleconsulta o telemedicina, que les permite el acceso a su programa integral, de la misma manera recibir los medicamentos para tiempos mayores, sin embargo, esto no ha sido impedimento para que se de continuidad a los servicios.
Es de anotar que estos pacientes representan un grupo priorizado para el programa de vacunación en el país, influyendo de buena manera a agilizar los procesos al interior de las instituciones de salud, agrega la profesional.
Como se dijo anteriormente, el cambio en la percepción para con los portadores de la enfermedad ha ido cambiando, aún se trabaja para romper los estigmas y de esta manera poder identificar a más personas con la patología y tener control, adicional, mantener usuarios adherentes con terapias de mayor impacto y eficacia, disminuyendo el número de pastillas, al tiempo que se mantienen con carga viral indetectable, y que se vuelvan intransmisibles.
Vivir actualmente con VIH-Sida es como tener cualquier otra patología crónica como la diabetes o la hipertensión, el paciente debe administrarse un medicamento ordenado por un médico experto o infectólogo de manera puntual para lograr niveles adecuados de su carga viral, adicional debe mantener estilos de vida saludables y asumir la enfermedad con responsabilidad y equilibrio emocional, así mismo acudir a los servicios de salud mensual ofrecidos por su Eps, que le garantizan calidad de vida.