La inocuidad de los alimentos se define como el conjunto de condiciones necesarias para garantizar que los alimentos no causen ningún riesgo para la salud del consumidor. Solo cuando los alimentos son inocuos podemos aprovechar plenamente su valor nutricional, y aportar a una mejor salud y calidad de vida.
A continuación, te compartimos algunas reglas de oro para evitar riesgos de inocuidad en los alimentos que preparas y consumes. ¡Presta mucha atención! (Lea aquí: El colágeno: la proteína sinónimo de juventud)
1. Separa siempre los alimentos crudos de los alimentos listos para el consumo: Procura organizar tu nevera y dejar en un estante las leches o yogures lejos de otros alimentos como las carnes crudas, verduras y vegetales.
2. Refrigeración: ¡Importante! Recuerda que los productos como quesos y yogures se conservan a temperaturas de refrigeración entre 2 y 6 grados centígrados.
3. Una vez abiertos los productos, consúmelos en el menor tiempo posible: Es muy importante revisar las recomendaciones de consumo, conservación y vida útil de la etiqueta.
4. Lávate las manos antes de abrir los productos: Mantener la mayor higiene durante la manipulación de los alimentos, y hacerlo con las manos sucias puede transmitirles bacterias o dañar su sabor.
5. Protege los alimentos de insectos y sustancias químicas: Estos pueden transportar organismos que originan enfermedades alimentarias, la mejor medida de protección es guardar las leches, yogures o quesos en recipientes bien cerrados.
