Se tiene conocimiento de que la miel ha sido usada desde hace más de 9.000 años, desde las civilizaciones más antiguas, hasta la actualidad, sus beneficios se han incorporado a la salud y la belleza.
Este producto rico en vitaminas y minerales, tiene propiedades antibióticas, antivirales, anti-inflamatorias, anticarcinógenas y antialérgicas, además ayuda a sanar heridas, pero donde más se ha tenido en cuenta es en la belleza, para lo cual se han ideado muchas mascarillas que cumplen una función específica.
Dependiendo de la mezcla que se logre, la miel está indicada para restaurar, limpiar y alimentar el cutis, teniendo como valor agregado, que es útil en todo tipo de piel.
A continuación, algunas mascarillas preparadas con miel, que ayudan desde una simple limpieza, hasta la anhelada humectación, pasando por retirar los excesos de grasa, pero todas muy efectivas.
Miel y limón
Una de las mascarillas más usadas es miel con limón. Esta es una mascarilla excelente para limpiar la piel y balancear los niveles de aceites naturales en la piel (que la hacen grasosa). La miel y limón también es usada como remedio casero para infecciones en la garganta.
Miel y arcilla
La miel y la arcilla hacen una combinación excelente. Ayudan a todas las pieles. Alimenta el cutis y ayuda a limpiarlo. La consistencia depende del gusto propio, usualmente debe de haber más arcilla que miel para que se adhiera a la piel sin problema.
Miel y avena
Exfoliante y limpiador. Se logra mezclando 1/4 taza de avena y una cucharadita de miel. También se le puede agregar 2 cucharadas de yogur sin sabor ni azúcar. Se aplica sobre la limpia y húmeda y se deja 15 minutos sobre la piel.
Miel y huevo
Para la piel seca. Una cucharada de miel y un huevo ayudan a humectar la piel deshidratada y seca.