Una de las principales causas de muerte a nivel mundial deriva de enfermedades cardiometabólicas, las cuales están relacionadas con problemas de obesidad, sobrepeso y diabetes. Si bien, ya hay diferentes especialidades médicas que tratan cada una de ellas, la medicina cardiometabólica comienza a ser una tendencia futurista que podría cambiar su panorama gracias a que las aborda en su totalidad y determina con tiempo los hábitos saludables que debería seguir el paciente para cuidar de su salud sin importar la edad, raza o género que tenga.
Para 2015, el último año del que se han publicado datos en la materia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que murieron 17,7 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, lo que representó un 31% de todas las muertes registradas en el mundo.
Un hecho que se presentó, teniendo en cuenta que estas enfermedades son causantes de por lo menos 12 tipos de muertes diferentes y seis de ellas debido a la diabetes mellitus. Además de que varios expertos han señalado que desencadenan otras complicaciones, tales como ceguera, neuropatía, cardiopatía, eventos vasculares cerebrales, infartos, entre otras cosas.
Para el diabetólogo Luis Velásquez, quien es experto en salud cardiometabólica, ésta podría ser la medicina del futuro, ya que se encarga del estudio predictivo de los problemas cardiovasculares y metabólicas. Es decir, “se enfoca en estudiar los componentes genéticos, los distintos factores de riesgo cardiovasculares, generando una aproximación muy temprana en la aparición de cualquier enfermedad y permitiendo modificar el curso y la historia natural de las mismas”.
El especialista explica que esta especialidad busca intervenir tempranamente enfermedades tales como la hipertensión, la obesidad, diabetes tipo dos, hígado graso o pacientes con colesterol y triglicéridos elevados. Pero también se convirtió en una medicina de prevención, que sirve para que cualquier persona esté sana a pesar de sus antecedentes familiares o quiera simplemente envejecer con buena salud.
La importancia de esta especialidad médica quedo demostrada en un estudio realizado por el Journal of the American Heart Association, en el que investigadores seleccionaron a 2.379 participantes que tenían un promedio de edad de 47 años y buscaba determinar hasta qué punto, el combinar ejercicio regular con una dieta saludable podía ser la clave para disponer de una buena salud cardiometabólica a futuro.
Para ello, les solicitaron a los pacientes tener en cuenta indicaciones como mantener una dieta rica en nutrientes, haciendo énfasis en las verduras, la fruta, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas, además de consumir una cantidad limitada de carne magra, aves y huevos. También, debían practicar un mínimo de ejercicio de 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos de alta intensidad durante la semana.
Al final, tan solo 28% de los adultos de mediana edad siguieron todas las recomendaciones y un 47% tomó la decisión de llevar adelante una de las dos indicaciones. La investigación concluyó que para los primeros el seguir estás pautas disminuyó en un 65% el desarrollar síndromes metabólicos, mientras quienes únicamente siguieron las indicaciones del ejercicio su porcentaje disminuía en un 51%, y para los que tomaron las pautas dietéticas era de un 33%.
Por ello, Velásquez resalta que lo que más afecta la salud cardiovascular es la sumatoria de diferentes factores de riesgo tales como: sedentarismo, malos hábitos alimentarios como alto consumo de carbohidratos refinados, grasas saturadas, alimentos ricos en sodio, productos empaquetados y enlatados, refrescos o bebidas azucaradas, pero también pueden influir losgenes en ese proceso.
“Todos estos factores de riesgo conllevan a un denominador común y es la alteración de las arterias”. Y agregó que, “no hay que olvidar que todos tenemos una edad cronológica y una biológica. La primera se presenta desde el momento en que nacemos y la otra viene determinada por la edad de nuestras arterias, esto quiere decir que si la mayoría de estos factores de riesgo están presentes pueden alterar la estructura y la funcionalidad de nuestras arterias, teniendo como resultado un envejecimiento vascular acelerado que puede conllevar a futuro a un riesgo cardiovascular y metabólico”.
En Colombia no es un tema menor, ya que los datos más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelaron que 55.000 muertes fueron causadas por enfermedades cardiovasculares para el 2019.
Actualmente, el diabetólogo señala que si ya está establecida la enfermedad, se puede realizar un abordaje de precisión basado en el metabolismo y los genes de cada persona. Además, que ya existen test especializados que pueden medir con tiempo el rendimiento metabólico del organismo, saber si tiene algún déficit de vitaminas o de minerales, y determinar qué tipo de ejercicio le conviene más a cada persona.