Estaba destinado a vivir entre la música. Los acordes de su guitarra y el obturador de la cámara entraron en simbiosis y dieron paso a un profesional integral, que sin dejar de lado esa pasión, encontró en las imágenes la mejor manera de plasmar a los exponentes más renombrados en su hábitat sonoro.
La anterior descripción corresponde en detalle a la vida del cartagenero José Raúl Vergara Tinoco, cuya inquietud le ha llevado por el diverso camino del arte, donde todo le fluye y se reinventa en cada propuesta.
La universidad dice que es Diseñador gráfico y publicista, inevitablemente es músico y la imagen es ese elemento que cobra vida desde su pupila, sin embargo no tiene la inspiración para todas las temáticas, donde un acorde aparece, su cámara es instrumento para inmortalizar momentos.
La historia de José Raúl Vergara se inició en Cartagena, en medio de sus estudios de colegio y más adelante la universidad, al lado de su inseparable hermano Juan David, quien siendo el menor no dudaba en avanzar y abrirle camino porque precisamente no conoce la timidez, de esta manera aparece en escena Frankie Jazz, el que inicialmente fue personaje de un cuento creado por ellos, terminó por identificar la banda de rock que se devela cada cierto tiempo y es alma y nervio de este joven.
Con Juan David forjó toda suerte de eventos musicales, se codeó con importantes músicos y puede asegurar que estuvo en los inicios de muchos artistas que hoy integran el firmamento nacional, allí estaba en su “salsa”, y la cámara como un amuleto que registraba sin pretensiones los instantes más significativos.
Es de los que aprendió con cámara manual y rollo de 36 exposiciones, entonces salía convencido de que le tenían que rendir y que la calidad no podía fallar, allí estaba en ese limitado número, la foto que se necesitaba, con ese ejercicio pulió su intuición para acertar en lo que quiere plasmar.
Fotógrafo de artistas
No duda en afirmar que fotografía era su clase favorita en la universidad y por eso la cámara es su fiel compañera, que le hizo interiorizar el compromiso de que todo “disparo” debe ser bueno y transmitir el mensaje de ese personaje o lugar allí materializado.
La juventud dio para probar otros visos de arte y la música logró atraparlo, sin embargo no dejó la pasión por la imagen. En épocas de la banda fue quien hizo cada una de las fotografías que acompañaron discos y publicidad, trabajo que le especializó en captar sentimientos que se expresan en medio de una canción.
Nunca hubo intención de apartarse del camino, a tal punto que cuando en 2014 firmó contrato con Gusi para ser su mánager, la cámara era inherente al trabajo, siempre hubo un registro oportuno de su artista, logrando un bagaje que se aumentó en medio de nuevos cantantes que se sumaron a su trabajo.
Después llegó la oportunidad de acompañar a Sebastián Yatra para inmortalizar conciertos, grabaciones de los videos y momentos que con sólo una foto remiten a una u otra canción del artista paisa.
Es de anotar que el vuelco de la industria mantiene a los cantantes en constante producción, si antes se hacía un álbum y una serie de fotografías para el mismo, en la actualidad los sencillos se promocionan en tiempos cortos y cada uno lleva una identidad en lo que a imagen se refiere, haciendo que José Raúl exprese su creatividad al mil.
La propuesta del cartagenero no sólo lleva el registro de ese sencillo, además está la portada, las fotografías que acompañan esa campaña de promoción de la canción. “Hacemos parte de un mundo de ‘singles’, donde cada uno tiene su momento en el tiempo”, afirma.
Junto a su hermano Juan David manejó entonces el nombre “visual audio” para referirse a este sistema de trabajo que exige ver antes que escuchar y se aplica perfectamente a la música, donde todo tiene que estar expuesto visualmente.
Y siguen los contratos...
A la experiencia de trabajar con artistas se suman los desplazamientos por lugares interesantes, una experiencia que no le permite crear una zona de confort, porque le exige creatividad, nunca una propuesta se parece a otra.
Después de Yatra llegaron artistas reconocidos, como ChocQuibTown, Juanes, Camilo, Silvestre Dangond, a quien le dirigió dos trabajos muy personales sobre conciertos realizados en Valledupar que son muy importantes para el cantante de Urumita.
Así mismo se sumaron internacionales, como Don Omar, para quien ha trabajado muy de la mano en los recorridos de conciertos por el mundo, un producto que es muy llamativo, toda vez que deja esa imagen tan natural para la posteridad.
Recientemente acompañó a Carlos Vives, su hija Lucy y Mau y Ricky hasta Santa Marta para el rodaje del video “Besos en cualquier horario”, que en medio de un ambiente festivo se tomó el popular barrio Pescaíto e involucró a personajes tan reconocidos como el “Pibe” Valderrama.
José Raúl afirma que muchas veces la cámara causa temor en el personaje, es su imagen la que está en juego, pero al ser músico y trabajar con colegas, se sitúa en un lugar de privilegio, allí no se habla de fotos, el idioma es otro, el universal, ese que se canta y a la vez encanta, entonces todo empieza a fluir de forma espontánea.
“Eso no me pasaría con un político, no creo que pueda trabajar para uno de esos personajes, no tendría la manera acertada de transmitir su mensaje porque sencillamente no entiendo de política, lo mío es la música y allí encuentro inspiración”, indica.
La cuarentena fue un tiempo especial, no hubo viajes ni fotografías pendientes, a cambio se dedicó a imprimir esas imágenes captadas en los viajes, donde obviamente Nueva York tomó la delantera y el gran formato se encargó de hacerle reverencia, hoy, esas fotografías que fueron compradas por amigos y conocidos, son parte decorativa y de memoria en muchos espacios.
José Raúl Vergara ha fotografiado muchas estrellas y de la misma manera atesora situaciones, como cuando fue acompañado por su esposa María Fernanda al video de Ricky Martin, era inevitable que ella posara los ojos y la atención en el boricua, también la odisea que fue para él trabajar en la Patagonia para un clip de Sebastian Yatra, donde el profesionalismo venció las bajas temperaturas y las ocurrencias de Silvestre que siempre terminan en carcajadas.
La foto que siempre tendrá presente este cartagenero es la de su madre, la diseñadora de modas Ketty Tinoco, nunca serán suficientes, es una especie de musa en medio del lino para su hijo, y la que está pendiente y espera con ansias, una para Eddie Vedder, y su banda Pearl Jam, inspiradores de Frankie Jazz.