Es sabido que la aromaterapia influye en la relajación, tan necesaria en estos tiempos de estrés. Los aceites esenciales tomaron la delantera en esta práctica y si se da el uso indicado, su beneficio puede tener alcances insospechados.
Con ese auge de los aromatizantes y la necesidad de mantener la sana humedad en el ambiente, los humidificadores se han convertido en un elemento fundamental y hasta decorativo, que evita la sensación seca tras el uso prolongado de aire acondicionado.
La unión de humidificador y aromaterapia, se asocia a salud, sin embargo se debe establecer diferencias, toda vez que su uso inicial tenía que ver con un concepto totalmente medicinal y hoy han pasado a hacer parte de los espacios que en medio de aromas se tornan confortables.
Este artefacto aumenta la humedad mediante la evaporación de agua, haciendo la atmósfera más saludable, a la vez que evita problemas surgidos por cambios de temperatura y que influyen en el funcionamiento de las vías respiratorias.
Actualmente, además de tener en cuenta esa condición, otros usos se orientan al bienestar físico y mental, y es donde diferentes esencias entran en juego y se asocian con la relajación. También es muy práctico para limitar la circulación de gérmenes, reduciendo notablemente la posibilidad de contraer algún virus.
Vapor caliente
El humidificador de vapor caliente es muy usual en funciones medicinales. Su función consiste en calentar el agua para evaporarla y por tanto puede llevar una adición de medicamentos para la recuperación de enfermedades asociadas a las vías respiratorias.
Vapor frío
Este tipo de artefactos no aporta calor en la estancia y por tanto es ideal para esparcir aromas. Los nuevos modelos son muy acordes con la decoración y apropiados para el uso de aceites aromáticos.
En ambos, el agua debe ser cambiada en cada uso y su ubicación debe estar alejada de los niños y mascotas, a fin de evitar accidentes con el líquido caliente.
