El dengue es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que en los últimos años se ha propagado rápidamente, constituyéndose en un problema de salud pública en los países tropicales y subtropicales del mundo.
La OMS calcula que cada año puede haber 50 millones de casos de dengue en todo el mundo. La incidencia mundial y extensión geográfica de la enfermedad ha aumentado en forma dramática en las últimas décadas y en las Américas existe un incremento grave.
El virus causante se transmite a través de picaduras de mosquitos hembra principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de la especie Ae albopictus. Estos mosquitos también son vectores de los virus de la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y el Zika y hacen parte de la familia Flaviviridae que tiene cuatro serotipos distintos, aunque estrechamente emparentados: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4. La infección deja inmunidad definitiva para el serotipo que causó el episodio, pero sólo protección temporal y parcial contra los otros serotipos.
Ambos mosquitos se desarrollan en envases caseros que puedan almacenar agua, como tanques, floreros, porta macetas y otros. También recipientes extradomiciliarios como aljibes, neumáticos, piletas en desuso, residuos orgánicos, algunas plantas, botellas, latas, envases plásticos y otros, sirven para el desarrollo de los mosquitos. Pueden picar a cualquier hora del día aunque generalmente lo hacen en la mañana y en horas de la tarde. En algunas ocasiones el Aedes aegypti se alimenta en los ambientes interiores durante la noche si hay luces encendidas.
El recorrido de la enfermedad
Aunque, en teoría, una persona podría padecer dengue hasta cuatro veces a lo largo de su vida (una por cada serotipo) hasta el momento solo se han comprobado hasta tres infecciones en un mismo individuo. Cualquier serotipo puede producir formas graves de la enfermedad, aunque los serotipos 2 y 3 han sido asociados a la mayor cantidad de casos graves y fallecidos.
Las personas infectadas presentan viremia desde un día antes y hasta cinco o seis días posteriores a la aparición de la fiebre. Si durante la viremia el mosquito pica a esta persona, se infecta. Luego de un periodo necesario para el desarrollo de la infección viral en el mosquito (periodo de incubación extrínseco), éste permanecerá infectante el resto de su vida y con capacidad de infectar a individuos susceptibles. La duración de este periodo es variable y, entre otros factores, depende de la temperatura media ambiental.
La enfermedad no se transmite de persona a persona, ni a través de objetos, ni por vía oral, respiratoria, ni sexual. Sin embargo, aunque es infrecuente, también están descriptas la transmisión durante el embarazo y la vía transfusional.
Síntomas
La infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad. Luego de un período de incubación que puede ser de 5 a 7 días, (se han observado casos con un periodo de incubación de 3 hasta 14 días), podrán aparecer las manifestaciones clínicas, aunque una alta proporción de las personas infectadas cursarán de manera asintomática.
Las infecciones sintomáticas pueden variar desde formas leves de la enfermedad, que solo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de duración limitada (2 a 7 días); a otros cuya fiebre se asocia a intenso malestar general, cefalea, dolor retro ocular, dolor muscular y dolores articulares.
La OMS lo clasifica en dos categorías: dengue (con o sin signos de alerta) y dengue grave. Hay sospecha de enfermedad cuando existe fiebre elevada (40 °C/104 °F) acompañada de dos de los siguientes síntomas:
Dolor de cabeza muy intenso
Dolor detrás de los globos oculares
Dolores musculares y articulares
Náuseas
Vómitos
Agrandamiento de ganglios linfáticos
Sarpullido
El dengue grave es potencialmente mortal porque cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica.
Signos de alerta:
Dolor abdominal intenso
Vómitos persistentes
Respiración acelerada
Hemorragias en las encías
Fatiga
Agitación
Presencia de sangre en el vómito
Diagnóstico
Pueden utilizarse pruebas virológicas (que detectan directamente elementos del virus) y pruebas serológicas (que detectan componentes producidos por el sistema inmunitario humano como reacción al virus). Las muestras recogidas en pacientes durante la primera semana de la enfermedad deben analizarse con métodos serológicos y virológicos (RCP-RT).
¿En que se basa el tratamiento?
No hay tratamiento específico para el dengue.
Para reducir los dolores musculares y fiebre se pueden tomar antipiréticos y analgésicos.
La mejor opción es el paracetamol y/o acetaminofén.
Deberían evitarse los AINE como ibuprofeno, naproxeno y la aspirina. Estos medicamentos antiinflamatorios tienen un efecto anticoagulante, y el riesgo de hemorragias puede empeorar.
En dengue grave, la asistencia médica con experiencia en evolución de la enfermedad puede salvar vidas y reducir las tasas de mortalidad de más del 20% a menos del 1%.
¿Cuánto tiempo permanece en una persona?
La persona con dengue, debe evitar que le piquen más mosquitos durante la primera semana de enfermedad. Es posible que el virus circule en la sangre y podría trasmitirlo a otros mosquitos, que a su vez seguirán infectando.
Complicaciones
El período durante el cual se produce la caída de la fiebre y hasta 48 horas después, es el momento en el que, con mayor frecuencia, los enfermos pueden presentar complicaciones; ya que la extravasación de plasma se hace más intensa y es capaz de conducir al shock por dengue. Durante o después del shock es el momento cuando se producen con mayor frecuencia las grandes hemorragias (hematemesis, melena y otras). Prevenir el shock es prevenir las grandes hemorragias.
A la caída de la fiebre, el enfermo puede mejorar o empeorar. El empeoramiento es precedido por uno o más signos clínicos conocidos como signos de alarma, ya que anuncian la inminencia del shock. Los signos de alarma son:
Dolor abdominal intenso y sostenido.
Vómitos persistentes.
Derrame seroso (en peritoneo, pleura o pericardio)
Sangrado de mucosas.
Cambio en el estado mental del paciente: somnolencia o irritabilidad.
Hepatomegalia (> 2 cm).
Si está disponible: incremento brusco del hematocrito concomitante con rápida disminución del recuento de plaquetas.
¿Cómo prevenir?
No hay vacuna contra el dengue, por lo que si vivimos o vamos a viajar a una zona de riesgo la mejor prevención es evitar picadura de mosquitos.
Aplique repelente en piel expuesta y ropa.
Use camisas de manga larga y pantalones largos
Use mosquiteros en las camas.
Insecticidas en la habitación.
Elimine acumulaciones de agua.
Mantenga tapados los tanques y recipientes que colectan agua o pueden recolectarla si llueve.
Cambie el agua de floreros platos bajo macetas, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días y frote las paredes del mismo.
Utilice productos alternativos en lugar de agua.
Cambie el agua y lave con esponja los bebederos de animales.
Mantenga limpias, cloradas o vacías las piletas de natación.
Mantenga los patios desmalezados.
Si usted sospecha que tiene dengue:
Concurra al Centro de Salud.
Evite viajar
Evite el contacto con mosquitos en su hogar mientras está con fiebre o hasta que se descarte el diagnóstico de dengue. La persona luego del período febril no transmite el virus al mosquito.
¿Cuándo solicitar la autopsia en casos de dengue?
Las muestras de tejido se deben obtener de todo paciente que haya fallecido con fiebre y hemorragia, shock o ictericia, que proceda de zona endémica para dengue, y que no tenga causa de muerte definida. En caso de mortalidad probable por dengue se deben garantizar muestras de hígado, bazo, pulmón, cerebro, miocardio, médula ósea y riñón, No existe peligro de transmisión de dengue de un cadáver al personal encargado de realizar procedimiento. Antes de fijar la muestra para estudio histopatológico se debe recolectar una parte de la muestra en solución salina normal y enviarla refrigerada al laboratorio de virología.
Katherine Redondo De Oro, Médica patóloga CENDIPAT
@cendipat.