El listado de soluciones es significativo y más interesante aún cuando éstas van ligadas al diario vivir, a esas dificultades que se tienen y que en su mayoría no son advertidas o que si se han aclarado, no se sabe exactamente a quién acudir, porque están en el cerebro.
Este proceso poco conocido y que trabaja como un gimnasio cerebral, tiene varias herramientas, una de ellas es el Neurofeedback, también está la estimulación con luces y sonido, estimulación transcraneal magnética, estimulación cognitiva, terapias de psicología, couching y programación neurolingüística.
Las anteriores son una serie de “ejercicios” diferentes, pero que al conectarse unas con otras, pueden ofrecer buenos resultados, en ese sentido, es posible tratar problemas de hiperactividad, falta de concentración, problemas de memoria, dislexia, atención dispersa, problemas de conducta, depresión, trastornos de sueño e incluso migrañas, indica Víctor Arango, coach con especialización en programación neurolingüística.
Estas metodologías, Neurofeedback y los estimuladores, son ampliamente aplicados en deportistas de alto rendimiento, toda vez que su uso es recomendado para procesos de preparación, dando excelentes resultados en cuanto a la concentración y atención que se demanda en el ejercicio de su deporte, tal es el caso de los pilotos de Fórmula 1, entre otros.
El entrenamiento
El proceso se lleva a cabo a través de la estimulación y sincronización correcta de las ondas cerebrales. El cerebro funciona eléctricamente, indica Víctor Arango, es por esto que cada vez que las neuronas se comunican entre sí, hay una pequeña descarga eléctrica y esa electricidad, durante el ejercicio, se puede captar, analizar y cambiar, para lograr un correcto funcionamiento.
Un equipo dotado de un software especializado, es el encargado de este proceso, que se lleva a cabo conectando unos cables a la cabeza de la persona tratada para captar las ondas eléctricas del cerebro y de esta manera, tras analizar el resultado, se crea un plan de entrenamiento personalizado.
En ese análisis de ondas se especifica las zonas a estimular o bajar, lo cual se llevará a cabo en un plan compuesto por mínimo 30 sesiones de entrenamiento. Es algo muy similar al plan de ejercicio que se programa en un gimnasio, sólo que en este procedimiento se realiza mediante juegos interactivos virtuales, que incluyen un proceso cognitivo.
Son juegos audiovisuales, que de acuerdo a la lectura que va haciendo de las ondas cerebrales, son procesadas por el computador y se premia al llegar al nivel que se necesita, cuando no se logra cumplir con el objetivo, el video se estanca, llevando al cerebro a aprender ese comportamiento, lo repite y de esta manera se ejercita en la conducta de cómo debe trabajar, manifestándose en mejoría, indica la psicóloga Ana Vega.
Se ha demostrado que cuando el cerebro no está operando correctamente, suceden fenómenos como el de la migraña, la predisposición a la ansiedad, entre otras, pues lo biológico influye en el comportamiento.
La migraña y la fibromialgia es signo de estrés, de igual manera se ha demostrado que el Neurofeedback puede ayudar en un alto porcentaje a la disminución de estas enfermedades y situaciones como las enumeradas anteriormente.
Al frente de la lectura inicial o mapeo para buscar el diagnóstico, debe estar un profesional de la psicología, de la misma manera continuará vigilante del avance del paciente. Con un mapeo final, se comparan resultados y se esperan los niveles adecuados para la edad de la persona tratada.
El tratamiento con Neurofeedback es aconsejable a partir de los seis años y no tiene edad límite, sin embargo en niños desde los cuatro años se puede aplicar la estimulación transcraneal magnética o procesos de psicología. Sólo se contraindica la estimulación de luces y sonido cuando el paciente presenta antecedentes de episodios convulsivos o son fotosensibles.
