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Desinfección total, una necesidad que trajo el Covid-19

La desinfección profesional en una casa o apartamento es innecesaria si los miembros del hogar han tomado las medidas de protección y el ingreso de extraños es nulo

Tras ser declarada la pandemia por Covid-19, el mundo se vio avocado a implementar nuevas prácticas, las costumbres del pasado tomaron un giro inesperado y entre los cambios se extremó la higiene en todos los aspectos, llegando a adquirir notoriedad el lugar dónde vivimos, el de trabajo, los sitios con mayor afluencia de público y la misma calle.

En este sentido, el pánico ha hecho de las suyas y la compra de productos químicos que anuncian como eliminar de raíz el virus, es una constante para muchos, llegando incluso a hacer mezclas indebidas y contratar personal para que haga la respectiva ‘desinfección’ en el hogar.

La palabra ‘sanitización’ está vigente en el léxico popular, advierte Juan Manuel Aparicio, gerente general de Fumicali, y aclara que esa práctica que actualmente se está implementando en los hogares de contratar empresas de aseo especializado, se hace innecesaria cuando más allá de la familia que habita la casa o apartamento, no contemplan el ingreso de personas extrañas y la limpieza adecuada se cumple en la medida acostumbrada.

“Cuando en una casa conviven las mismas personas, es decir, un mismo núcleo familiar y guardan las medidas de confinamiento y aislamiento preventivo impartidas en el territorio nacional, resulta riesgoso que alguien ingrese y recorra todo ese espacio, aunque sea a esparcir químicos, porque accidentalmente puede llevar el virus o cualquier bacteria en su calzado o implementos. Este proceso es indicado sólo si se presenta un caso positivo de Covid-19 o algún fallecimiento dentro del inmueble por las mismas circunstancias”, indica Aparicio.

En cuanto a los vehículos, si sólo lo usa una persona o la familia, se aplica el mismo criterio, no hay la necesidad de hacerle una desinfección que ponga en riesgo tras el ingreso de alguien ajeno, muy diferente a las ambulancias, transporte de personal médico o buses de las empresas que trasladan empleados a las obras.

El uso adecuado de productos

Las recomendaciones nunca sobran cuando en el afán de mantener la casa libre de virus y bacterias se usan una serie de productos químicos, siempre se debe tener en cuenta que el exceso puede resultar nocivo, toda vez que se pueden presentar intoxicaciones.

El hipoclorito de sodio es una sustancia que desinfecta a fondo, pero su uso excesivo no indica prevención, de otra parte el experto reitera que las persona extrañas al hogar, pertenecientes a las empresas de desinfección, pueden ser, sin proponérselo un portador del virus; esta situación sólo se hace necesaria si hay un caso positivo o un fallecimiento por Covid-19.

Otro factor determinante en esta nueva normalidad enmarcada por un sinnúmero de propuestas de desinfección en el hogar, está directamente ligado a la experiencia de quien la realiza, toda vez que el manejo de estos productos requiere de formación y precaución al momento de administrarlos, indica Juan Manuel Aparicio, quien se ha encargado de la asepsia en el sector empresarial desde antes de la pandemia, y de la colaboración sin lucro con la limpieza de barrios, calles y viviendas con los problemas antes descritos.

Las sales cuaternarias de amonio de quinta generación, hacen parte de los productos indicados para este proceso, sin embargo, este insumo puede ser alterado y su efectividad, además de verse comprometida, también puede ser la causa de otros problemas en el hogar, otra razón para consultar el proceso con personal idóneo.

En medio de investigaciones, advierte Aparicio, Colombia ha tomado delantera con la creación de un virucida por parte de expertos de las Universidades de Los Andes y Antioquia, el cual es capaz de eliminar el 99.9% del Covid-19 en 60 segundos y mantiene su acción por 72 horas posado sobre la superficie tratada.

Cuando se trata de la aplicación, el experto aclara que existen tres métodos:

Aspersión: El virus no es un ser vivo, por tanto no muere, se destruye, y para lograrlo, basta con mojarlo para acabar la capa que lo envuelve. De esta manera el alcohol, el jabón o un virucida consiguen ese fin y la aspersión al mojar, logra eliminarlo, dependiendo su efectividad del producto que se use.

Nebulización en frío: En este método el producto se pone en una máquina que lo esparce a manera de rocío, logrando estar un momento en el aire para luego caer por gravedad y posarse en las superficies.

Termo nebulización: Es de advertir que aunque se está usando masivamente, no tiene beneficio alguno, toda vez que el producto se convierte en humo por efecto del carburante de la máquina y de inmediato pierde su efecto virucida. De otra parte, el humo no se posa sobre las superficies.

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