En el proceso de arrendamiento de inmuebles, muchos son los involucrados que van más allá de esas dos partes que se conocen como arrendador y arrendatario, toda vez que la formalidad que le imprime una empresa intermediaria, en este caso la inmobiliaria, lleva a un contrato seguro.
Una vez se inicia el trámite, se realiza un estudio financiero y moral de los arrendatarios y éste corre por cuenta de una aseguradora contratada por la inmobiliaria, que es el cliente directo en este caso y representa al arrendador, indica Luisa Santos, analista de mercadeo de El Libertador S.A.
En la actualidad aún se están viviendo los rigores de la pandemia por Covid-19 que azota al mundo y en este sentido la economía que se mueve a través del sector inmobiliario ha experimentado afectaciones sin precedentes que obligaron al cierre de muchos negocios con consecuencias que han repercutido en el cumplimiento de arriendos tanto de vivienda como de locales comerciales.
Ante el índice de desocupación que alcanzó cifras muy altas, los seguros de arrendamiento jugaron un papel importante, indica la experta, quien resalta el trabajo que se afianzó en tres puntos fundamentales:
• Apoyo a las inmobiliarias con acuerdos entre arrendador y arrendatario para acordar tiempos de pagos fuera de lo convenido.
• Flexibilidad en el cobro de cartera a los arrendatarios, evitando ingreso a centrales de riesgo.
• Actualizar políticas para que el inmueble se mantuviera ocupado, con acuerdos de pago.
La mecánica del seguro
Tener la certeza de que el arriendo de un inmueble va a resultar exitoso no es viable siempre, por tanto la opción de contratar con una inmobiliaria va a asegurar que los pagos lleguen puntuales al arrendador aún cuando el arrendatario haya fallado en el compromiso.
En este caso la figura del seguro que se ofrece en esta negociación y que corre por cuenta del arrendador, cubre las rentas en mora por parte del arrendatario, aquí también se incluye el uso debido del inmueble, es decir, que esté en los lineamientos acordados al firmar el contrato, indica Iván Pabón, gerente de mercadeo de El Libertador S.A.
En Colombia la experiencia de pago es positiva por parte del arrendatario, advierte el experto, sin embargo, la coyuntura actual que fue imprevista, no dejó opción para muchos clientes que se vieron en la necesidad de desocupar, e incumplir con los cánones establecidos.
Ante esta eventualidad, los encargados de este segmento entendieron que lo primero que tenían que hacer era tratar de proteger el mayor número de negocios posibles, con el fin de evitar un impacto desfavorable y por ende llegar a más desempleo. Las conciliaciones fueron considerables, al punto que se lograron acuerdos de diferir deudas sin intereses, aclara Iván Pabón.
La apuesta a esta gestión en equipo ha resultado provechosa para todos, arrendador, arrendatario e inmobiliaria, y en la misma ha actuado con éxito el seguro de arrendamiento que sirvió como soporte.