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Cáncer gástrico, el enemigo oculto

Los tratamientos del cáncer gástrico avanzado pueden ser muy incapacitantes y deterioran la calidad de vida del paciente.

Se trata de una de las enfermedades más agresivas a las que se pueda enfrentar un paciente, y el único camino para salir airoso es mediante la prevención. El cuidado inicia al no convencerse de que cualquier molestia abdominal es un asunto sin trascendencia.

Se trata de llegar a fondo al origen de los síntomas, y ante todo es importante no automedicarse por recomendación de amigos y familiares, ante esto, lo correcto es acudir al médico, quien tomará las medidas pertinentes, indica el médico Carlos Alberto Bustillo Arrieta, cirujano general y cirujano endoscopista.

Los malos hábitos alimenticios pueden propiciar problemas que derivan más adelante en un cáncer gástrico.

El cáncer gástrico es entonces un problema que se puede camuflar y por tanto su progreso puede ser mayor ante la toma de medidas inadecuadas, como el consumo de inhibidores de bomba (omeprazol y todos los prazoles), sin la consulta profesional.

Cuando se presentan molestias, lo más oportuno resulta ser un antiácido, como lo es el hidróxido de aluminio o de magnesio, si no llega la mejoría, es porque algo más sucede, afirma el profesional.

En Colombia, después del cáncer de próstata, colon, recto y mama, el gástrico es el más común. En los últimos siete años, el Dane registra la alarmante cifra de 32.640 muertes por esta causa, y 9 de cada 10 tumores de este tipo de cáncer, son diagnosticados en una etapa tardía, indica el doctor Bustillo Arrieta.

Síntomas

Los indicadores más comunes, que además son muy inespecíficos, se relacionan con cualquier otra enfermedad, sea benigna o maligna y empiezan con pérdida de peso, pérdida del apetito, sensación de saciedad temprana, dolor abdominal, náuseas, vómitos, distención abdominal y hasta sangrado en vómito y deposiciones, afirma el experto.

Como se puede advertir, son síntomas que pueden pertenecer a otro padecimiento como colon irritable, diabetes, intoxicación alimenticia, por lo que no se recomienda la automedicación a fin de no agravar el cuadro.

Factores de riesgo

El factor hereditario es el más asociado al padecimiento de cáncer gástrico. Esto obliga a que se mantenga la alerta ante cualquier indicio de la enfermedad en la familia, lo que también incluye otros tipos de cánceres.

Otros agentes a tener en cuenta son los nutricionales, y en este se incluyen personas que con una dieta baja en proteínas, alto consumo de sal, alimentos elevados en nitratos, y crudos, como también el consumo elevado de carbono complejo.

A la lista se suman preparaciones ahumadas y la ausencia de refrigeración en los productos que así lo requieren, el tabaquismo y la pobreza extrema, toda vez que su nutrición estará en niveles muy por debajo de lo requerido.

Existe un factor muy contundente en el origen de este padecimiento y es la presencia de Helicobacter pylori, lo cual se debe manejar con cautela, toda vez que tener la bacteria no necesariamente indica que se padece de cáncer gástrico, ya que el 80% de la población colombiana lo ha adquirido al consumir comidas con poca higiene.

Los pólipos en el estómago, que son tumores premalignos, pueden ser causantes en un momento determinado de cáncer gástrico, indica el doctor, quien aclara que el sexo masculino es el más afectado con este padecimiento, no relacionándose con hormonas, sino con estilo de vida.

Diagnóstico

Como en todos los cánceres, el diagnóstico oportuno dará siempre un mejor pronóstico. Un estudio endoscópico es el indicado para verificar o descartar el problema cuando ya el paciente no ha mejorado con remedios caseros o hidróxido de aluminio.

El cáncer gástrico es prevenible. Al ser detectado y no encontrar en las biopsias atrofia o metaplasia, el paciente puede continuar un tratamiento que lo llevará a allanar el camino y vencer la enfermedad.

Lo más recomendable, advierte el doctor Bustillo, es perder el miedo a la endoscopia, un tabú que se ha creado y que le atribuye molestias al examen, que además se efectúa bajo los efectos de la anestesia y sin secuelas posteriores.

Las lesiones tempranas se pueden resecar en un procedimiento ambulatorio, con mínima posibilidad de complicaciones, incluso las lesiones malignas en sus inicios, se tratan de manera endoscópica para desaparecerlas completamente.

Los estudios complementarios, como endosonografía, muestra los cambios cercanos a la lesión, o la tomografía axial computarizada, que es el tac, evidencia cualquier compromiso que se encuentre ubicado a distancia y son indicados durante la exploración del cáncer.

Lo anterior indica que existen los medios para hacer detectable a tiempo el cáncer gástrico y tomar las medidas pertinentes que lleven a su tratamiento exitoso, indica el doctor Carlos Bustillo Arrieta.

Las edades de mayor incidencia de la enfermedad se sitúan alrededor de los 40 años y aumentando frecuencia en la séptima década de la vida. Siendo un tumor tan agresivo, tiene pocas posibilidades de supervivencia cuando está muy avanzado, con sólo un 6% a cinco años.

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