Los canastos son ese accesorio atemporal que siempre espera la oportunidad indicada para aparecer en escena, al punto que se puede convertir en el punto focal de un look y hacerlo totalmente divertido.
Los hay de todos los materiales y generalmente se les asocia con esa artesanía que promueve la creatividad de laboriosas manos. El colorido también es inherente a los canastos, por tanto son ese elemento Caribe que no puede faltar en el armario de una mujer.
En este proceso creativo, Julia Tawill ha encontrado oportunidades en medio de las circunstancias, como suele decir y estando en casa despertó su curiosidad por hacer un bolso diferente, resistente y ante todo, atractivo.
Es así como su habilidad la llevó a crear una línea muy llamativa junto a sus amigas también artífices de bellos detalles. Los canastos son muy prácticos, y la playa también espera por ellos, toda vez que tienen todos los atributos para encontrarse con un bello atuendo y el sol.
La practicidad, la que se requiera, por eso pueden tener un tamaño variado, la forma que se escoja, sin perder su característica comodidad, indica la creadora de estos complementos que se moldean sin perder la esencia de un canasto.
Creados a partir de una malla plástica que se ajusta según la necesidad, Julia Tawill imprime en esa estructura ‘pinceladas’ de color, las mismas que aporta el material reciclado de telas industriales, muchas de ellas con gran flexibilidad y que una vez toman posesión del enmallado, dan carácter propio a cada canasto.
En este proceso surgen canastos en tonalidades lisas y muy vivas, otros más sobrios en colores degradados, también combinaciones especiales, aportándole a cada diseño originalidad, pues nunca son iguales.
