Cuando se habla de lujo en la moda, automáticamente se hace referencia a marcas icónicas de la industria, a los diseños de alta costura y por supuesto en el costo elevado de un artículo de este tipo; sin embargo, el lujo va más allá, va en línea con el valor agregado que puede tener determinado producto, y si hablamos de las artesanías, estas sí que tienen lujo.
En conversación con Mireia González, codirectora de la Maestría en Dirección y Creación de Marcas de Moda de Esdesing, Juan Pablo Socarrás, diseñador de modas colombiano afirma: “lo primero que hay que entender es que no porque es artesanal tiene que ser mal hecho o ser mala calidad, por el contrario, es extremadamente bello, bien hecho, con calidad, con historia y valor agregado cultural de un país”.
Según el Sistema de Información Estadístico de la Actividad Artesanal, SIEAA, en Colombia hay más de 31 mil artesanos registrados alrededor de los 29 departamentos, representando una parte fundamental de la cultura y desarrollo del país. Los productos artesanales hacen parte de un proceso de creación que empieza con la misma conexión que se puede generar entre el diseñador y la comunidad, para entender esta historia que hay detrás de la manufactura, entender el por qué y para qué de las técnicas, ya que está directamente alineada con su entorno, sus experiencias y creencias; lo que da como resultado un producto único. Por ejemplo, con las comunidades indígenas es más fácil hablarles sobre un color o una textura comparándola con su entorno natural, con el mar, o el cielo estrellado.
Socarrás menciona que actualmente la industria se encuentra con un consumidor más curioso, que por el acceso a la información, tiene la posibilidad de investigar todo sobre una marca, y en ese sentido las marcas y los diseñadores deben ser transparentes y honestos tanto con los consumidores, como honrando a quienes hacen parte de ese proceso de creación.
De igual manera, es importante que esos valores y visiones que tenga el diseñador deben ser trasversales y pasar por todo el proceso de experiencia del consumidor, es decir, que, si dentro de sus pilares está la sostenibilidad, el consumidor debe percibir esa sostenibilidad de principio a fin.
Por otra parte, la tecnología ha permitido darles la experiencia a las comunidades a explorar la creación de artículos con otros materiales y herramientas, incluso poder visualizar algunas ideas que tenga en mente el diseñador, lo cual ha generado innovaciones significativas tanto en la técnica como en el producto.
