El temor a perder la vida, la escasez de donantes y el bajo porcentaje de éxito de las intervenciones son algunos de los problemas que afrontan los pacientes con falla cardíaca.
El primer órgano humano creado dentro de un animal amplía el camino para “recambios” en las personas. Este éxito incipiente podría revolucionar la donación de órganos.