La pequeña acudía, junto a su familia, a la congregación cristiana de la cual, el capturado, era el supuesto guía espiritual. El hecho ocurrió en 2020.
Los hechos ocurrieron en 2011, en el barrio Paraguay, cuando la acusada tenía 23 años. Según el juzgado, fue capturada en Bogotá. Su defensor asegura que la condenaron sin pruebas suficientes.