Los gatos domésticos, encantadores pero voraces, representan una amenaza global para la biodiversidad y dejan impactos devastadores en diversas especies.
Los restos del último espécimen del Tigre de Tasmania han servido para obtener información muy valiosa sobre genética y abren la puerta a la recuperación de especies.
En cámaras de trampa instaladas en la reserva Palmarito, cerca a la cuenca de un río, se logró captar la imagen de un jaguar al que no se veía hace 17 años.
En el Parque Nacional de Kootenay (Canadá), paleontólogos del Museo Real de Ontario (ROM) descubrieron los restos de esta especie, extinguida hace medio billón de años.