La escultura que Fernando Botero le donó a Cartagena, traída desde Florencia (Italia), pesa 650 kilos y fue esculpida en bronce a la cera perdida sobre pedestal en piedra.
Los artistas han lograron capturar la delicadeza de la ciudad; sin embargo, piden ayuda de la Alcaldía de Cartagena para seguir en su ejercicio e ingenio.