Francisco solicitó a la comunidad internacional un compromiso para que, una vez dejen las armas, se pueda “reparar el tejido social y comenzar la reconstrucción y la recuperación económica”.
El mandatario defendió la retirada de las tropas de EE.UU. del territorio sirio: “No somos un agente policial. Ya es hora de que nos vayamos a casa”, subrayó.