No en todos los casos, no en todas las pieles, no en todos los momentos, no para todos los problemas de estética que se nos ocurran. De aquí deberíamos partir para luego sí hablar de las maravillas que logra el láser en cuestiones de belleza.
Porque aunque sus beneficios son hoy tan sorprendentes como eficaces -y lo mejor, nos permite prescindir del temible bisturí-, tampoco podemos considerarlo como un “hacedor de milagros”.
Es indiscutible que el láser revolucionó el cambiante mundo de la belleza y que los tratamientos estéticos nunca fueron iguales después de su aparición en el mercado. La lista de utilidades de este rayo de luz es amplia. Básicamente porque puede penetrar las capas más profundas de la piel y dependiendo del tipo de frecuencia o longitud de onda que se utilice, logra resultados diferentes en problemas estéticos tanto en nuestro rostro como en el resto del cuerpo.
No vamos a adentrarnos aquí en cuestiones científicas sobre los grupos básicos de rayos láser que existen y de los cuales depende su uso en el campo de la estética. Vamos a lo que nos interesa: ¿qué puede hacer el láser por nosotras con verdadera seguridad y eficacia?
Rejuvenecimiento facial. Activando el colágeno.
Cuando los productos cosméticos para rellenar arrugas, disminuir líneas de expresión o emparejar el tono de la piel no nos dan los resultados esperados, el láser es una buena opción.
En la actualidad se usan los más fríos que, a diferencia de los viejos rayos, no causan tanto enrojecimiento en el área tratada.
Los resultados del láser son sorprendentes: no solo atenúa los signos evidentes de la edad sino que deja la piel más firme, suave y luminosa, al mejorar su textura y elasticidad.
Para tratar las arrugas y líneas de expresión, el láser estimula y aumenta la producción de colágeno (una proteína esencial para la elasticidad de todos los órganos de nuestro cuerpo incluyendo, por supuesto, la piel); reduciendo visiblemente estas señales del tiempo.
Para realizar este procedimiento hay dos tipos de láser, la diferencia es que uno es más potente que el otro; el primero deja la piel más roja e inflamada durante un tiempo y origina una especie de costra que debe mantenerse humectada siempre. Lo bueno de éste es que sus resultados son inmediatos y generalmente solo requiere de una sesión. El láser más “suave”, por el contrario, toma más sesiones.
El láser para estimular la producción de colágeno también se utiliza en el resto del cuerpo; dependiendo de su respuesta, se requieren sesiones semanales durante un mes. Sin embargo hay que tener paciencia para ver los resultados completos: entre unos cuatro a cinco meses.
El problema de las estrías también pone su cuota cuando hablamos de lo que el láser puede hacer por nuestra belleza. Como estas son causadas por un rompimiento en las fibras de colágeno, el láser no solo potencia la producción de esta proteína sino que hace un trabajo de contracción de la piel.
Acné. Parte del tratamiento.
La verdad es que las marcas dejadas por el acné son muy difíciles de eliminar por completo. Lo que hace el láser en casos severos, cuando los granos han dejado lesiones prominentes, es “alisarlas”, de tal manera que la superficie de la piel queda nivelada. Así se mejora notablemente el problema estético.
Por supuesto, el láser es el segundo paso que debe darse después de haber seguido un tratamiento con un dermatólogo, junto con la formulación de medicamentos y rutinas de higiene y de nutrición.
El número de sesiones requeridas de láser depende de qué tan graves sean las lesiones causadas por el acné y el tipo de piel del paciente.
Manchas y pecas. Los mejores resultados
En estos casos, el láser penetra en las capas más profundas de la piel para despigmentarlas. Algunas no responderán al tratamiento en un ciento por ciento, pero generalmente el rayo logra resultados muy satisfactorios cuando estas son causadas por la exposición prolongada al sol sin protección o como consecuencia del paso del tiempo.
Incluso, muchos especialistas consideran este procedimiento estético como uno de los más eficaces; lo mejor es que no deja marcas. Por supuesto, la respuesta depende de cuánto tiempo tenga la mancha desde su aparición y qué tan oscura esté.
Exige como mínimo un mes de sesiones distribuidas semanalmente.
Tatuajes. Después del arrepentimiento…
Las causas por las cuales las personas quieren borrar un tatuaje son variadas y van desde el simple hecho de que éste quedó horrible hasta el cambio de la situación que lo originó (“¡Sebastián ya no es el amor de mi vida!”).
Así que después del arrepentimiento llega el momento de buscar solución y esta es el láser. Solo el especialista podrá darle el porcentaje de éxito, pues antes tendrá que analizar qué tanto color tiene, qué tan profundo entró en la piel la aguja del tatuador y qué tan grande es la figura. Lo cierto es que este tipo de procedimiento exige varias sesiones hasta alcanzar la coloración normal de la piel.
Arañitas y venas visibles pequeñas. Efectividad comprobada.
Se le llama láser vascular y sirve muy bien para esas venitas delgadas y rojas que forman una especie de arañitas (producto de la dilatación de los vasos capilares), así como para venas muy delgadas.
Su efectividad está comprobada en el rostro… porque en las extremidades los resultados no son tan exitosos.
Después de las sesiones necesarias –cuyo número, y ya lo hemos dicho, depende de las características, extensión, tipo de piel, etc.- estas desaparecen sin dejar marca… ¡y lo mejor es que no vuelven a aparecer!
Várices. No más azul en las piernas.
Un especialista honesto le dirá si sus várices van a responder bien ante el procedimiento con láser, pues no todas lo hacen. Básicamente, la tarea de láser aquí es realizar un efecto de coagulación; se necesitan aproximadamente entre 3 y 5 sesiones con intervalos de un mes y medio, las cuales no causan dolor.
Por supuesto, con la desaparición de la vena también se va el color azulado en las piernas.
- Depilación. No para siempre…
Destruir con su calor cada uno de los folículos es la tarea del láser para lograr eliminar el vello en axilas, bikini, bigote y piernas.
Es usual que se hable de “depilación definitiva con láser”, pero esto no es cierto porque el vello no desaparecerá para siempre. Sin embargo, aunque volverá a aparecer, lo hará cada vez en tiempos más espaciados, pues lo que hace este procedimiento es retrasar su crecimiento… ¡y evitarnos el sacrificio de la cera, la cuchilla, las pinzas…!
Por supuesto, qué tanto duren los resultados depende de cuál sea el ciclo de crecimiento del pelo en esa persona, el grosor de los vellos, en qué área del cuerpo están y qué tan profunda está la raíz.
Lo cierto es que se requieren varias sesiones, pues este es un proceso escalonado: primero se elimina el vello que está a la vista, luego el que viene en camino y por último el bulbo piloso o raíz.
Es un hecho que da mejores resultados en personas con pelo oscuro y grueso. Aquellas que tienen la piel muy blanca y el pelo rubio deberían optar por otro método.
SÍ, PERO…
La regla número uno en esto del láser, por ser un procedimiento que exige capacitación en el tema, es investigar a fondo al profesional y a la clínica donde va a realizarse el tratamiento.
Recuerde que en los casos donde la piel será tratada, lo que hace este rayo es causarle una lesión controlada, haciendo que ésta se regenere. Así que si cae en manos poco diestras, se arriesga –entre otras consecuencias- a sufrir quemaduras.
Además, solo un profesional le dirá la verdad sobre los pros y contras, en su caso específico, del uso del láser. Por ejemplo, que éste no suele funcionar exitosamente en todo tipo de pieles. Y también le advertirá sí usted ha comenzado a abusar de este.
Así mismo, les recomendará no someterse a esta técnica a mujeres en estado de embarazo y a pacientes diabéticos, que hayan sido sometidos a un trasplante o que estén tomando determinados medicamentos –como inmunodepresores-. Tampoco a quienes tienen tendencia a los queloides.
PARA RECORDAR…
Los láseres más potentes (estos solo pueden ser manejados por médicos dermatólogos) exigen periodo de recuperación y este depende del problema que trataron y de las sesiones que fueron necesarias.
En algunos casos severos o cuando se utilizan láseres potentes, el especialista podría formular antibióticos tópicos para evitar infecciones.
La gran mayoría de los láseres exigen más de una sesión para lograr resultados duraderos.
Siempre… siempre se debe ser generoso con el uso de bloqueadores solares de alta protección, incluso en días nublados. Y tampoco ir a saunas o usar bronceadores.