Inmenso, intenso e infinito tienen bastante en común, más que la vocal del puntito. Estas tres palabras intentan describir el amor que María Villarreal Zúñiga siente por sus tres hijos, y es que cuidar de Ricardo, Lorenzo y Luis Carlos ha sido poco menos que la religión de esta mujer, pues, aunque ellos tengan 47, 45 y 43 años, no pueden valerse por sí mismos: padecen una rara parálisis cerebral responsable de su ceguera, de que no hablen y de tanto más.
María, de 73 años y madre soltera luego del tercer parto, cuando su esposo se marchó, vive en Villanueva (Bolívar) y la conocimos gracias a que Cristian Agámez Pájaro publicó su historia en estas mismas páginas el 14 de noviembre del 2021, con la firme intención de conminar a nuestros lectores a cambiar, así fuese un poco, el rumbo de un destino dramático, ¡gracias a ustedes ha comenzado a lograrlo! Lea aquí: La mujer que cuida a sus 3 hijos con parálisis y un amor infinito
Tras la publicación, varios de nuestros lectores les enviaron donaciones en dinero y mercados a doña María y otros se han propuesto trabajar por una solución más de fondo para esta familia. Se trata de un grupo que ya visitó a María para “diagnosticar”, presupuestar y ¡ayudar! Ellos son: Helen Escobar, Eduardo Ribón, Cindy Correa.
Y es justo Cindy Correa, ingeniera civil, quien nos ha explicado lo que han hecho, lo que sueñan y cómo es que tú, si quieres, podrías unirte a esta noble causa.
“Vimos el video que hicieron en El Universal, vimos el contexto de la historia y decidimos que había que hacer algo por mejorar la situación”, comienza diciendo esta ingeniera civil. “Se han realizado visitas técnicas en compañía de Eduardo Ribón y de técnicos para evaluar daños de la casa y priorizar las actividades”, agrega.
El diagnóstico:
Tras la visita a Villanueva, el grupo concluyó que la casa de los Villarreal necesita ser intervenida de forma urgente. “Son muchas las cosas que se necesitan, por ejemplo, se encuentran con muros agrietados, el baño debe ser trasladado, el cableado eléctrico debe cambiarse, la casa tiene problemas de humedad y está en mal estado”, explica Cindy.
Gestionan recursos
Tras el diagnóstico, el grupo ha estimado un presupuesto con el que podría arreglar lo urgente en la vivienda, así como “asegurar comida e insumos médicos para los muchachos por un tiempo considerable”, añade Cindy.
Ya tienen algunos recursos provenientes de donaciones de amigos y conocidos, y además cuentan con el apoyo de la Fundación Santa María de la Esperanza. “Desde la Fundación se destinarán los recursos bajo la coordinación y aseguramiento de Eduardo Ribón, quien es el líder de la Fundación, que trabaja en Villanueva”, nos cuenta la ingeniera.
¿Cómo podemos ayudarles a ayudar?
“Tenemos varios frentes para ayudar”, dice Cindy antes de enumerar las acciones con las cuales cualquier persona podría unirse a esta causa:
1. “Pueden contribuir con aportes voluntarios de dinero a la cuenta de ahorros de Bancolombia número 08566397731, a nombre de Helen Escobar”.
2. También “pueden donar materiales de construcción que vayamos a usar, como cemento, gravilla, accesorios para baño, entre otros”.
3. Pueden donar mercados, “tenemos la idea de poder entregarles mercados”.
4. También pueden donar “todos aquellos electrodomésticos que mejoren su condiciones” y que, por supuesto, estén en condiciones óptimas.
María Villarreal Zúñiga.
¡Agradecida!
“Yo soy ingeniera civil, estudié en la Universidad de Cartagena. Hace años realizó esta actividad en las áreas donde desarrollo proyectos de construcción. Siempre me ha pesado no poder hacerlo en mi tierra. Creo que con esta labor llegó la mejor oportunidad para trabajar por el beneficio de doña María y sus hijos”, menciona Cindy.
Doña María, del otro lado del teléfono, me dice que “la situación es crítica”, pero se siente absolutamente agradecida y feliz. “Dios les multiplique y les dé vida y salud, que es lo más importante. Le pido a mi Dios que bendiga a todas esas manos”, concluye.
Tal y como mencionaba Cristian en la nota inicial, los tres hijos de María tienen parálisis cerebral, ceguera severa y ninguno habla, aunque sí balbucean algunos sonidos, alaridos, lloran, ríen, se molestan, se alegran. Dos de ellos no caminan. “Ricardo sí camina, pero hay que estar pendiente de él para que no tumbe las cosas, porque no ve”, narraba María, mientras le secaba unas lágrimas a uno de sus hijos, quien lloraba espontáneamente.
Hay que decir que María vive para cuidar a sus hijos y, asegura, no puede trabajar por su labor demandante como madre y porque, a sus 73 años, ya no siente fuerzas para dedicarse a un empleo de donde devengar su sustento. Por fortuna, su EPS le ha asignado una enfermera que la asiste y le ayuda con el cuidado diario de sus hijos.
Esta familia vive en el barrio Miraflores, manzana G, lote 13 (Villanueva, Bolívar). Su teléfono es 3106236179.