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‘USNS Comfort’, un buque hospital le tiende la mano a Colombia

Imagine tener que dejar su casa, su ciudad y su país porque no le alcanza lo que se gana mensualmente para hacer el mercado de un solo día. Ahora imagine que algunos de los integrantes de su familia están enfermos, y en el hospital del país de donde huye no tienen siquiera cómo garantizarles el más mínimo tratamiento. Si esto pasa es muy normal que usted piense en sus hijos, en sus padres que ya están viejos, y por eso haga lo que esté a su alcance para velar por ellos.

Actualmente, hay 4 millones 486 mil 860 venezolanos fuera de su país, según la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela R4V. Los países que más han sido impactados a raíz de este movimiento son Colombia (con más de 1, 4 millones de inmigrantes), Perú, Chile y Argentina, lo cual es un reto.

Este gran cambio demográfico ha movilizado a la comunidad mundial, y por eso hace unos meses, llegó a Colombia el buque hospital de la Military Sealift Command, USNS Comfort de la Armada de Estados Unidos, con el que se atendió diariamente a casi 1000 venezolanos que no cuentan con ningún tipo de seguro o afiliación médica.

El USNS Comfort llegó a la capital del Magdalena en agosto como parte de la misión “Promesa Duradera” en América Latina, cuyo objetivo principal era aliviar la presión a la que se han visto sometidos los servicios de salud de diferentes países por la emigración provocada por la crisis en Venezuela. Más de 950 personas de todas partes del mundo, (entre profesionales de la salud, militares y voluntarios) apoyaron a los migrantes con cirugías ambulatorias generales y oftalmológicas, medicina preventiva, y también en consultas con especialistas en Dermatología, Optometría y Pediatría.

De la mano de la psicóloga Marisa Azaret, de CNN en Español y en una emisión de ‘Vive la Salud’ que saldrá al aire el próximo 16 de noviembre, el público podrá ver detalles de la labor de este buque hospital, reconocido como el más grande del mundo y que recorrió Centroamérica, Sudamérica y el Caribe.

Marisa Azaret, de CNN, en entrevista con El Universal nos explica más sobre esta valiosa labor:

¿Qué se tomó en cuenta para escoger los lugares a los que llegaba la misión?

- Hicimos entrevistas a 3 capitanes; el que está encargado de lo que es la misión humanitaria, el de la parte médica y el capitán del barco. Esta misión humanitaria, según nuestras entrevistas, específicamente se hace para tratar de ayudar a los países que se han visto afectados por la migración venezolana. Nos dimos cuenta al llegar a Santa Marta del colapso de los sistemas de salud y de la necesidad que tenían de una ayuda, en este caso de una ayuda internacional. Precisamente por la cantidad de migrantes que estaban llegando a diferentes regiones.

¿Qué tipo de atención prestó el buque USNS Comfort?

- Primordialmente se eligen enfermedades en las cuales puedan ayudar a los pacientes y que no necesiten por ejemplo, un postoperatorio. Entre lo que se vio muchísimo en Santa Marta estaban las hernias pediátricas, (generalmente entraban el día antes de la operación, pasaban la noche en el barco hospital y al día siguiente regresaban a la ciudad), cataratas, o enfermedades crónicas como diabetes, por eso se intentó dar educación a los pacientes en cuanto a estas enfermedades crónicas. Las personas tenían acceso al dentista, todo lo que era relacionado a problemas de la visión o problemas médicos que podían ser solucionados en tres, cuatro o cinco días. Hubo mucha educación porque se enfocaron en prestarles una guía incluso a los familiares y también hubo mucha coordinación con el sistema de salud de cada ciudad. Como te decía, las grandes cirugías trataban de evitarlas porque lógicamente el cuidado postoperatorio era prácticamente imposible, porque la atención se dio hasta que se marchó el barco.

¿De qué países proviene el personal médico y voluntarios?

- Es algo muy lindo porque fue una experiencia inolvidable en ese sentido. Se vio la hermandad, se vio la relación que existe entre voluntarios de diferentes ONG. Había desde estudiantes de medicina hasta organizaciones sociales de diferente índole. Por ejemplo, la organización de venezolanos que vive en Estados Unidos fue en representación de su país para ayudar a traducir, llegaron para hablar mejor con las familias. En términos médicos habían organizaciones por ejemplo del Ejército mexicano, conocí a una mujer que tenía ya 20 años en esa institución. Habían médicos internistas del Ejército dominicano también. Fue una verdadera misión donde se entrelazan organizaciones civiles tanto médicas como de diferentes historiales sociales. Conocí a un cirujano plástico de Puerto Rico, cirujanos pediátricos, y odontólogos de Perú.

¿Cómo ve el panorama de los inmigrantes en materia de salud?

- Desde lo que vimos con el Ministerio de Salud, indudablemente Colombia se está viendo afectada por toda esta migración. Pero estas personas venezolanas llegaron y probablemente no habían visto un médico en un año, o no habían recibido ningún tipo de servicios médicos. Hay un gran número de ellos que no pertenecían a ningún tipo de servicio de salud, y creo que ese es el gran reto de nuestra región.

¿Recuerda algún caso particular que le haya causado impacto?

- Mi productora y yo lloramos absolutamente todos los días. Tenemos el caso de una niña adolescente con un tumor encima del labio, que crecía. Una niña preciosa que estaba asustada por el hecho de tener ese tumor que no sabía si era benigno o maligno. A raíz de eso sufrió acoso escolar, la autoestima la tenía deteriorada, su familia estaba desesperada porque no tenían los medios para llegar a un médico privado. Vivimos desde la angustia de esa mamá hasta la alegría de esa niña de ver su cara, sus facciones tan lindas. Estuvimos muy de cerca con los cirujanos que la operaron.

Hay otros casos, como el de una pequeñita que tenía una hernia, y una familia colombiana que llevó a su papá que tenía cáncer de próstata, y necesitaba medicamentos... te puedo contar sobre cientos y cientos de pacientes que cada día nos tocaban el corazón.

No es una atención de momento

La misión de este buque no caduca, pese a que atraca solo unos días en los territorios que necesitan ayuda.

“Cada vez que el barco llega a uno de estos puertos llega con la certeza y el acuerdo de que estos pacientes que necesitan ser seguidos, tienen el compromiso del Gobierno para tal fin. Pese a que muchos de los casos son sencillos y digamos que algunos problemas fueron resueltos en 4 o 5 días, sí vimos a personas que necesitarían este seguimiento”.

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No es la primera vez que este buque le presta servicios médicos a Colombia. El año pasado el USNS Comfort llegó a Turbo el 14 de noviembre, y días después partió a Riohacha. Su objetivo es ayudar a las comunidades con acceso deficiente a los servicios de salud.

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