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Podcast: la fascinante historia del ‘villano’ que honran en Turbaco

La avenida República de México y la ‘Casa Texas’, contiguas a la plaza del municipio, guardan un historia increíble, muy poco contada.

Turbaco es el municipio de Bolívar más cercano a Cartagena y no solo en cuanto ubicación geográfica; entre la gente, los lugares y las tradiciones de estas dos poblaciones hay un lazo, dando la sensación de que es un solo territorio.

¿Quién no ha probado los chicharrones de la subida a Turbaco o no conoce la avenida Pastrana, que es el centro del comercio de este municipio, haciéndolo sentir cada vez más como un ciudad? ¿Quién no ha comido fritos en la plaza, que en diciembre tiene una iluminación más llamativa que varias de las instalaciones del Centro Histórico? Muchos cartageneros tienen familia, historias y hasta amores en el municipio vecino.

Entre mis historias están las incontables anécdotas mientras pasaba vacaciones, siendo niña, en la casa de mi tías, en el sector 13 de Junio: desayuné ‘boquitas sucias’ en una mesa de frito vecina, probé por primera vez el ‘cucayo’ con tinto y bailé en la calle las canciones de moda que sonaban en un picó: todo lo que no tenía permiso de hacer en mi casa.

Pero además de la conexión que tiene Turbaco con Cartagena, este municipio tiene una historia común con México. Sí, con México. La carrera contigua a la plaza se llama Avenida República de México y la alcaldía municipal se conoce como la ‘Casa Texas’, lo que, por supuesto, no es por azar y tiene detrás una historia increíble y sorpresivamente, poco conocida. Le puede interesar: La casa que guarda el pasado de Turbaco

Podcast: la fascinante historia del ‘villano’ que honran en Turbaco

El protagonista

El vínculo entre México y Turbaco se llama Antonio López de Santa Anna, un militar y político mexicano con un participación destacada en los primeros años de la independencia del país azteca, que se proclamó en 1821. López de Santa Anna luchó a favor del virreinato español durante las guerras de independencia. Sin embargo, años después, se rebeló contra el gobierno que se negaba a expulsar a los españoles, que aún quedaban en territorio mexicano, promoviendo batallas civiles. Así, su carrera política y militar estuvo marcada por los cambios constantes de partido político (cualquier parecido con la política latinoamericana actual es mera coincidencia).

Antonio López de Santa Anna.//Imagen tomada de internet.
Antonio López de Santa Anna.//Imagen tomada de internet.

Pese a su carácter poco confiable, López de Santa Anna tenía la simpatía de gran parte de sus compatriotas, por algunos logros como la derrota a una expedición que desembarcó en Tampico, cuyo objetivo era reconquistar México. A partir de entonces fue conocido como el ‘Héroe de Tampico’.

Según varios escritos oficiales, este militar quiso más que ser gobernador de Yucatán y de Veracruz. Estuvo dispuesto a todo: en 1833 se alió con el presidente contra quien se rebeló en años anteriores y tras un pacto con este, además de la financiación de personajes importantes que lo respetaban, logró ser presidente.

Turbaco, lugar del exilio

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, el general Santa Anna fue presidente seis veces. Aunque llevó con astucia la política, su suerte se acabó al enfrentar las intenciones expansionistas de los estadounidenses, quienes ocuparon Texas, que entonces era territorio mexicano y luego fue reclamado por Estados Unidos.

Otro rasgo del ‘modus operandi’ de Antonio López de Santa Anna era que frente a la imposibilidad de resolver el caos político y económico, común en las naciones recién independizadas, huía del país, cediendo la presidencia a cualquier otro político de su círculo.

Pero lo que catapulta a López de Santa Anna como un personaje ‘catastrófico’ en los escritos sobre la historia de México es la pérdida, además de Texas, del 40% del territorio del país, la tierra que hoy ocupan los estados California, Nevada, Utah, Nuevo México, Colorado, Arizona y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma, que fueron cedidas a Estados Unidos en 1848, según información de la Secretaría de Defensa Nacional del Gobierno de México.

Podcast: la fascinante historia del ‘villano’ que honran en Turbaco

Esto fue fruto de la negativa de Santa Anna de negociar con los estadounidenses, lo que llevó a una guerra en la que perdieron los mexicanos y finalmente, tuvieron que firmar un acuerdo en el que cedían estos territorios a Estados Unidos, renunciando además al derecho de alguna vez intentar reclamarlos.

Con el desprestigio del todo el país, el militar, que años atrás se autodenominó como dictador de la naciente República de México, se exilió.

Después de haber estado en Cuba y Jamaica, Antonio López de Santa Anna llegó a Cartagena en 1850 y, posteriormente, se radicó en Turbaco”,

Javier Alcalá, coordinador de Yurbaco Museo.

De villano a héroe

Antonio López de Santa Anna no llegó a Turbaco solo para esconderse de los militares que, sospechaba, lo buscarían para hacerle pagar por el desastre que hizo en su tierra natal, sino que en el corto período que convivió con los turbaqueros, procuró ayudarlos.

Ya sea para ‘purgar’ sus penas, para ganarse el favor del pueblo o por beneficio propio, les dio trabajo a decenas de turbaqueros en los trapiches de su hacienda ‘La Rosita’, en las afueras del municipio, les entregaba préstamos sin intereses y los ayudaba con el negocio inmobiliario; además arregló la iglesia de Turbaco que estaba en ruinas desde la guerra de Independencia, adecuó la vía principal y cerró el cementerio del municipio en mampostería, incluyendo un llamativa entrada”, comenta el coordinador del Yurbaco Museo.

El mexicano, quien estuvo en Turbaco entre 1850 y 1852 y luego de 1856 a 1858, construyó su vivienda en la antigua sede del virreinato español, contigua a la plaza, que hoy es sede de la Alcaldía. La última remodelación significativa que tuvo esta construcción estuvo a su cargo, por lo que se le denominó como la ‘Casa Texas’.

Después de irse definitivamente de Turbaco, en 1858, se conoció que estuvo en la Islas Vírgenes y regresó a México en 1874, gracias a un plan de amnistía del gobierno de turno. Dos años después murió en Ciudad de México. Lea además: ¿Otra vez por robo de cables? Turbaco y Arjona pasaron largas horas sin luz

Honores en Turbaco

Alcalá cuenta que, más de un siglo después de la estancia de López de Santa Anna en Turbaco, “en 1960, fue al municipio una delegación de México para hacerle honores y se bautizó la carrera 17 (frente a la Casa Texas) con el nombre de avenida República de México”.

Pero este no es el único honor que se hará en nombre de Antonio López de Santa Anna. Esta semana se develó un busto como parte del homenaje a los personajes más importantes en la historia de Turbaco y con el objetivo de que más personas conozcan la historia del presidente mexicano en el municipio bolivarense.

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