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Muammer Yilmaz, el hombre que le dio la vuelta al mundo sin dinero

Este francés de origen turco busca demostrar con sus viajes la gentileza del mundo. Ha retratado cientos de paisajes y recorrido el planeta sin dinero. Hace poco estuvo en Cartagena.

El mundo de Muammer Yilmaz no tiene fronteras. Su casa es cualquier lugar donde pueda estar hoy. Por ejemplo, en este día, martes, está viviendo en Cartagena por unas horas, en un hostal de la Media Luna, esa es la vida del viajero, aferrarse a nada y disfrutar de todo. Colombia ha sido su hogar por un mes: Bogotá, Medellín...“Barichara, sí, fui a Barichara, me encantó”, dice. Es un aventurero. Por eso no lo pensó dos veces cuando alguien le recomendó visitar Bazurto. Le fascinó. Tiene 43 años y ha cumplido el sueño de cualquier persona: ha pisado más de 80 países; graba y fotografía cientos de paisajes. Es francés, se promociona a sí mismo como “viajero optimista”, documentalista, autor de libros, conferencista y líder de su empresa, Optimistic Traveler Organization. ¿Pero y qué es un viajero optimista? “Es mostrar la gentileza de las personas, romper los estereotipos sobre algunos países en desarrollo”. Por eso mismo, en 2014 hizo una travesía de 80 días en una vuelta al mundo por 41 países, miles de kilómetros, junto a su amigo Milan Bihlmann, todo “con los bolsillos vacíos. ¡Sin dinero!”, exclama. Eso para demostrar que aún hay gente dispuesta a ayudar. “El objetivo era compartir buenas noticias y recolectar dinero para renovar una escuela en Haití”, menciona. Ha realizado otras travesías extremas, grabando documentales como ‘Omo’s People’, sobre el valle de Omo (África) y ‘La Caravana Negra’, sobre los nómadas Toubous en el Sahara. Sentados en el Hostal Media Luna, mientras empezamos, nos fotografía, a mí y mi compañero Manuel Fernando Herrera, quien traduce esta entrevista. Y Muammer pide que lo fotografíen junto a nosotros, porque, evidentemente, le fascinan las fotos.

¿Quién es Muammer, a qué te dedicabas antes de viajar por el mundo?

- Nací en Colmar, una pequeña ciudad de Francia. Mi familia es de Turquía. Hablaba turco en casa y francés en la escuela. Crecer en medio de dos culturas hizo nacer en mí el deseo de descubrir otros países y culturas. En vacaciones solía ir con mi familia a Turquía. Mi primera experiencia de viaje sin mi familia fue a los 17 años, en una excursión de mi escuela a Estados Unidos, mi padre me dijo que debía trabajar para poder viajar. Con esfuerzo reuní el dinero. Esta experiencia fue trascendental, si había podido con solo 17 años conseguir dinero para ir a América, era capaz de hacer lo mismo para conocer el resto del mundo. Así descubrí que podía realizar mis dos pasiones: viajar y crear contenidos audiovisuales, esto me llevó a convertirme en un aventurero profesional. He visitado 81 países y 500 ciudades, incluyendo Colombia y Cartagena. El número no importa, lo que amo es vivir en la casa de las personas, experimentar y absorber su cultura.

¿Cómo fue tu primera experiencia como documentalista?

- No existían los avances de hoy, como cámaras pequeñas y livianas, los computadores eran grandes y pesados, esto lo hacía complicado. Cuando hice un pequeño video de dos minutos me emocioné por haber logrado editar mi ‘primera película’. Recuerdo la primera vez que compartí una de mis obras en un cine, fue un gran momento en mi vida. Es interesante recordar esto, pues hoy podemos compartir nuestro trabajo en televisión, en las pantallas de aviones y en espacios culturales.

¿Qué piensa tu familia de tus viajes? ¿Hay otros lugares que puedas considerar como tu hogar?

- Son felices porque estoy descubriendo el mundo. Tengo un blog, ‘El Viajero Optimista’ (The Optimistic Traveler), todos los días comparto lo que está sucediendo cuando viajo. La gente me sigue y se siente inspirada. Siento que donde tengo mi equipaje estoy en casa. Ahora me siento como un colombiano, como un cartagenero. No necesito el confort de la casa, porque prefiero vivir cada vez más con menos y menos. Cuando has recorrido 81 países ya no te sientes como un francés o un turco, eres un ciudadano del mundo.

¿Qué lugar no cambiarías?

- En este momento, este lugar es el mejor para mí. Me concentro en el ahora y eso es lo mejor. Cartagena es realmente hermosa, es un lugar demasiado turístico y a mí no me gusta realmente cuando un lugar es como este porque la gente cambia. Las personas en este campo de acción solo se interesan por el dinero. Prefiero estar en una casa con una familia cartagenera y vivir una verdadera relación y no una donde el dinero es lo importante del momento. Viajo sin ver guías en Internet. Voy a donde la gente en la calle me indica, sin ningún plan y sin necesidad de vivir una experiencia prefabricada.

¿Encontraste en Cartagena esa gentileza que buscas?

- Me ha impresionado la gran hospitalidad de los colombianos. Cuando llegué a Cartagena le pedí a un colombiano indicaciones para tomar un transporte, él no solo me aconsejó, también me pagó el taxi para llegar directamente al hostal. Es la primera vez que esto me sucede en el mundo, algún día haré lo mismo por otra persona.

¿Cómo fue la vuelta al mundo en 80 días sin dinero?

- Al comienzo solo quieres viajar, sueñas con eso. Y un día decides que quieres hacerlo como algo profesional. Empiezas a hacer planes, creas tu proyecto. Y me inspiró Julio Verne y su novela ‘La vuelta al mundo en 80 días’. Entonces también conocí a Milan, mi compañero de viaje de Alemania, con quien comparto las mismas ideas. Decidimos viajar sin dinero, para probar que la mayoría de las personas en el mundo son buenas y generosas, capaces de ayudar y de abrir sus casas y vidas a nosotros.

¿Conseguiste tu objetivo, encontraste gente buena?

- No tocamos dinero en esa aventura. Muchos querían darnos dinero y no aceptábamos, nuestro interés era compartir con las personas. Muchas personas te dicen que “no” cuanto pides ayuda y muchos te ignoran, es difícil, pero en general la mayoría de personas te ayuda de acuerdo a sus posibilidades, y cada pequeña cosa que te ofrecen tiene un gran valor y significado. Eres un hombre nuevo cuando vives algo como esto.

¿Qué tan complicado fue?

- Cada día es difícil. Viajar sin dinero es complicado. No sabes cuando te levantas si vas a comer, si vas a encontrar dónde dormir, si vas a conseguir los tiquetes de avión, pero igual seguimos porque sabíamos que teníamos que encontrar la solución.

¿Qué tan arriesgado eres en tus viajes?

- No soy el más valiente. Siempre debes ser cuidadoso. Por ejemplo, al Mercado de Bazurto, muchos me decían que no debía ir porque era demasiado peligroso, pero al estar allí me encantó. Es un gran ejemplo de la Cartagena no turística que vale la pena ver.

¿Cuál es la pregunta que más te hacen tus seguidores?

- Es si dos chicas pueden vivir una experiencia como la que nosotros experimentamos. Respondo que ni la edad, ni el sexo son un obstáculo para alcanzar tus metas.

Epílogo

A veces acompañado de su esposa, otras de su madre o de su amigo Milan Bihlmann, cuando se trata de aventuras más “peligrosas”, es más el tiempo que está viajando que en casa, por eso realmente el mundo se ha convertido en su casa. Planea hacer otra travesía, esta vez sin maletas, solo con lo que pueda cargar en los bolsillos. El de Muammer Yilmaz es un viaje sin fin.

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