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Médico Cartagenero lidera prometedor estudio para mejorar vacunas virales

El médico cartagenero Pablo Peñaloza MacMaster comanda el estudio de una técnica que mejoraría la forma como nuestro cuerpo responde a las vacunas antivirales.

El dossier de Pablo Peñaloza MacMaster es una larga y robusta lista de títulos, premios, honores e investigaciones publicadas en revistas científicas prestigiosas y podría pensarse que la ciencia pura y dura no tiene lugar para los sentimientos, pero, en realidad, es todo lo contrario: en el caso de Pablo, el amor fue el principio y siempre será el fin de todo.

Principio, porque si se dedicó a la ciencia fue por el amor que William MacMaster, su abuelo, le inculcó hacia ella. Porque su tía Joan le enseñó a manejar un laboratorio -“Dirigir un grupo requiere de otro tipo de talento que yo no tenía”, me dice Pablo- y porque su tío Delfín lo motivó a estudiar Medicina.

Fin, porque si Pablo está dispuesto a dar todo de sí en su laboratorio, es para ayudar a que la humanidad viva mejor, ¿no creen que ahí está el amor?

Cartagenero. Cuarenta años. Pablo es Ph.D. de la Emory University en Inmunología y Patogénesis Molecular, además realizó un entrenamiento en el Centro de Investigación en Virología y Vacunas de la Universidad de Harvard y es profesor de la Northwestern University. También cursó Biología en la Florida International University, se graduó con honores.

“Quisiera agradecer a mi abuelo William MacMaster por regalarme el amor a la ciencia (...) He tenido mucha suerte con unos padres y una familia de apoyo incondicional”.

Sobre la investigación

En la larga lista de títulos, honores e investigaciones de Pablo, figura una patente que lo trajo a nosotros en este 2020 pandémico: Bloqueo de interferón a corto plazo para mejorar las vacunas virales.

Justamente bajo este título, el cartagenero ha liderado una investigación sobre una técnica que tiene como objetivo mejorar la respuesta inmunológica de vacunas antivirales.

Hay que decir que un interferón (IFN) es una sustancia natural que ayuda al sistema inmunitario a combatir infecciones y otras enfermedades, como el cáncer. Los glóbulos blancos y otras células del cuerpo elaboran interferones, pero también se producen en el laboratorio para usarlos en el tratamiento de diferentes enfermedades; por su parte, los interferones tipo I (IFN-I) son un gran subgrupo de estas proteínas que ayudan a regular la actividad del sistema imunológico.

¿Cuáles son los detalles y qué podría implicar esta investigación para la vida de las personas? El mismo Pablo lo explica.

Sobre la nueva técnica que usted y su equipo han investigado y que podría impulsar la eficacia de las vacunas en general, entre ellas contra el coronavirus, ¿hace cuánto y cómo comenzó el proceso para llegar a ella?

-Durante los últimos tres años, el laboratorio del doctor Peñaloza ha venido desarrollando una técnica para mejorar la respuesta inmunológica de vacunas antivirales. En un descubrimiento recientemente, publicado en el Journal of Experimental Medicine, se describe una técnica que podría mejorar la eficacia de vacunas contra enfermedades virales como el Zika, la fiebre amarilla, la influenza, el ébola, el coronavirus o el VIH. El régimen consiste en inyectar un bloqueador de interferón tipo I (IFN-I) junto con una vacuna viral.

¿Cuáles son las principales conclusiones de la investigación y cómo llegaron a ellas?

-Un resultado inesperado de estos estudios en ratón es que el IFN-I parece cumplir una función inmunosupresiva durante la fase aguda después de la vacunación. Esto es un resultado paradójico, porque el IFN-I es un tipo de molécula conocido por promover la respuesta inmunológica.

¿Por qué los resultados son importantes para la ciencia y más en estos momentos?

-Desde su descubrimiento, hace más de seis décadas, el IFN-I se ha conocido como una molécula del organismo que facilita la respuesta inmunitaria. Es decir, nuestras células expresan IFN-I cuando nos enfrentamos ante una infección viral y esto ayuda a controlar el patógeno y a alertar a las células B y T. El IFN-I es una razón por la cual nos da dolor de cabeza y fiebre cuando nos infectamos con un virus o cuando recibimos una vacuna. Sin embargo, esta respuesta de IFN-I es considerada necesaria para desarrollar una respuesta inmunológica eficaz que nos pueda proteger en el futuro ante una reinfección, un fenómeno conocido como memoria inmunológica.

De cierta manera, nuestros resultados han re-evaluado un dogma científico que ha prevalecido desde hace más de seis décadas. Este dogma sugiere que el IFN-I es indispensable para la inducción de la memoria inmunológica.

Sin embargo, nuestros estudios demuestran que, si se bloquea la respuesta de IFN-I durante las primeras horas después de recibir una vacuna, se mejora significativamente la memoria inmunológica.

Otro resultado interesante es que el bloqueador de IFN-I también mejoró la cobertura inmunológica de las vacunas. Actualmente, existen muchas cepas de VIH y esta es una razón por la cual no tenemos todavía una vacuna contra el VIH. Igualmente, debemos vacunarnos contra la influenza cada año y esto es debido a la constante mutación de ciertos virus.

En otras palabras, una vacuna basada en una cepa específica no suele proteger contra una cepa distinta. Esta es la razón por la que debemos recibir una vacuna distinta de influenza cada año. De forma similar, si recibimos una vacuna experimental de SARS CoV-2 (el virus que causa COVID-19), esto no significa que estaremos protegidos contra cepas distintas que podrían aparecer en el futuro, por ejemplo, un hipotético SARS CoV-3 que podría aparecer en el futuro. Es interesante: las vacunas en las que modulamos la respuesta de IFN-I mostraron mejor cobertura viral, es decir, la respuesta inmunológica fue más eficaz en reconocer a patógenos mutados.

¿Cómo pueden terminar estos hallazgos impactando la vida de las personas a corto o largo plazo?

-Esperamos que estos hallazgos puedan ser utilizados para mejorar muchas de las vacunas virales que existen y también para desarrollar mejores vacunas contra virus como el VIH y el coronavirus. Pero apenas estamos en el principio del proyecto y nos falta finalizar experimentos en primates antes de probar esto en seres humanos. Falta mucho por delante.

¿Cuál es el siguiente paso después de esta investigación?

-Nuestros estudios demuestran que las vacunas combinadas con una dosis pequeña de IFN-I son seguras y extremadamente eficaces en ratón, el siguiente paso es corroborar estos resultados en primates y después en seres humanos. Es importante aclarar que falta realizar más estudios antes de trasladar estos descubrimientos en seres humanos.

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