Ella respondió rápida y fácilmente todas mis preguntas, excepto dos.
Me dijo que se llama Laura Lee Morales. Me contó cómo ha conseguido hacer de su vida esta travesía que comenzó un día de mayo de 1993 en Cartagena de Indias -aquí nació- y continúa desde Dubái, pero se le hizo un poco difícil hablarme de su pasión por el diseño, esa que la ha llevado tan lejos, en sentido literal y en sentido figurado.
Para llegar al diseño
Laura vivió en Cartagena hasta sus diez años: ella y su familia tuvieron que mudarse a Ciudad de México por el trabajo de su papá, que se llama Andrés Lee y es ingeniero civil. En México vivieron tres años y de allí se trasladaron a Managua, en Nicaragua, donde Laura residió hasta sus 18 años, cuando se graduó del colegio. De Managua, volvió a Colombia, esta vez para vivir en Palmira (Valle del Cauca) con su abuela materna. Justo en ese punto decidió estudiar Arquitectura y comenzó a cursar la carrera en Cali. Estuvo allí año y medio y luego viajó a Navarra, en España, donde continuó su carrera.
¿Pero por qué Arquitectura, si le apasiona el Diseño? “Mi mamá estudió recién salió del colegio Diseño de Modas y luego, cuando yo tenía unos cinco años, empezó a cursar Arquitectura en Cartagena”, recuerda Laura. “Incluso, mi recuerdo más antiguo es de mí, cuando era muy niña, queriendo ayudarle a hacer las tareas a mi mamá”, anota. Ese ejemplo, que la había inspirado, también le hizo entender que la Arquitectura no era su camino.
“Me encantaba la historia de la Arquitectura, pero me di cuenta de que esa carrera no era para mí. Quería algo más específico, algo relacionado con la Arquitectura, pero sin serlo. Ahí decidí cambiar a Diseño de Interiores y me regresé a Nicaragua”, agrega.
Entonces aplicó a la Florence Design Academy, una universidad de Florencia, en Italia, y allí estudió Diseño de Interiores.
En Emiratos Árabes
Laura se graduó en diciembre del 2016 y llegó a Dubái “por una mezcla de cosas”, como dice ella misma.
“Hice una pasantía en un estudio de diseño de interiores en Portugal y, estando allí, en el estudio de Nini Andrade Silva, fue que me empezó a sonar la idea de Dubái en la cabeza, porque ellos también tenían proyectos en Dubái. Se había sembrado la semilla de empezar a pensar en Dubái. Tras mi pasantía, regresé a Italia a seguir con mi carrera...
“Meses más tarde conocí a quien hoy es mi esposo, es el hermano de uno de mis mejores amigos y ya él vivía aquí, en Emiratos Árabes, pero en Abu Dabi, entonces nos conocimos, fuimos novios, etcétera, hicimos planes para casarnos, entonces obviamente la idea de venirme a Dubái ya empezó a ser más sólida. Justo en ese momento, mi papá conoció a un señor de Pakistán que tenía negocios acá, en Dubái”... Esas coincidencias que parecen más reafirmaciones del destino.
En fin, en uno de sus viajes a Emiratos Árabes, Laura conoció a otra persona que la remitió a la empresa de diseño donde está ahora (Swiss Bureau Interior Design) y donde ha cultivado una carrera sólida, reconocida, incluso, por una de las revistas especializadas más importantes de ese país.
Laura ha sido destacada recientemente por Commercial Interior Design Magazine (CID), una revista exclusivamente de diseño que realiza una gala anual para premiar lo mejor de la industria.
CID destaca: “Durante el último año, Lee ha demostrado una gran autonomía para liderar proyectos, desarrollar conceptos y ampliar los límites con los clientes y para la empresa. En particular, porque su primer proyecto, un superyate a medida para un cliente privado, se entregó sin problemas”. La revista califica a esta cartagenera como una estrella naciente.
“Tienen un montón de categorías, entre ellas Mejor diseñador de interiores joven -a la que pueden ser nominados diseñadores de menos de 30 años de edad-. Mi empresa me nominó para esa categoría y fui finalista (...) Después de ese evento, cada año sacan una edición que se llama el Power Fifty y agrupa las 50 personas más influyentes en la industria, tiene cuatro categorías... Yo salí de número 1 en la categoría de Diseñador de interiores joven.
“Se siente súper que tu trabajo sea apreciado y no solamente por las personas que trabajan contigo día a día, porque finalmente ellas son las que pueden ver cómo trabajo, que lo valoren. Se siente súper que, con un portafolio de mis proyectos, imágenes de cosas que he diseñado, que las imágenes mismas transmitan lo que sea que transmitieron para ponerme ahí, de número 1 frente a un jurado que obviamente ni idea de quién soy”, asegura serena.
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Luego de pensarlo bastante, Laura por fin respondió qué es lo que más me apasiona del diseño...
“Bueno, además del proceso creativo en sí, es decir, que comiences de cero y conviertas algo que está en tu cabeza en una cosa que puedes ver y tocar, me apasiona mucho una cosa: el diseño es mucho más que simple diseño. Es una herramienta a través de la cual conectas con la gente”, dice y se pregunta si eso tiene sentido y sí, claro que lo tiene. “Cuando diseñas una casa, estás creando el espacio más íntimo de una persona, donde duerme, donde come, donde está con tu familia, eso hace que conectes con ella”, anota.
¿Y cuál es el sueño más grande por cumplir? Creo que aún lo está diseñando en su cabeza y más temprano que tarde lo convertirá en algo tangible, en algo real.