<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

La inspiradora historia de la niña que escribe cuentos de terror

Alejandra de la Ossa Zuluaga es una escritora cartagenera que con tan solo 13 años publicó su primer libro de cuentos de terror basado en su diario vivir.

Imagina que hay imágenes que se repiten en tu cabeza todo el tiempo. Sientes miedo. Angustia. La mayor parte del tiempo estás muy atento a cualquier detalle, por mínimo que les parezca a los demás. Tienes pesadillas y no te concentras en nada porque tu mente vive en función de calcular lo que puede pasar si cometes algún mínimo error.

Así funciona, en parte, la mente de una persona con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) y ese es justo el que tiene Alejandra de la Ossa Zuluaga, una escritora cartagenera de apenas 13 años que fue la ganadora de una convocatoria de Ita Editorial sobre cuentos de terror con su antología ‘Un pueblo un poco diferente’, publicado en el libro ‘Fragmentos de venganza y muerte’. Lea aquí: ¿Es curable el TOC en la niñez? Esto es lo que explican los expertos

Alejandra es una niña del barrio Los Alpes de Cartagena, es la menor de los hijos de Paola Marcela Zuluaga Gómez y Héctor Alejandro De La Ossa Martínez, unos padres entregados a su familia y muy dedicados al cuidado de su hijo mayor, Sebastián Alexander Correa Zuluaga, y su pequeña niña.

“Tuve complicaciones para avanzar con mis embarazos antes de tener a Alejandra, cuando llegó mi hija llenó nuestra casa de alegría. Fue prematura en todo, prematura en nacer, en hablar, en caminar, era una niña muy inteligente pero también muy introvertida”, contó Paola, la madre de Alejandra.

Cuando Alejandra tenía 3 años, ella y su familia se mudaron a Barranquilla, tres años después, en 2015, regresaron a Cartagena, pero ya Ale, como le dicen de cariño, no era una bebé, sino una niña que estaba iniciando su etapa escolar, pero había una situación agobiaba la mente de Aleja y no le permitía ser más abierta o expresiva con sus compañeros de clase, así que fue víctima de bullying; se sintió rechazada y humillada por ser diferente.

“Me sentía muy mal, los niños que estudiaban conmigo me apartaban, me ponían apodos y se burlaban de mí: me llamaban rara, loca, estúpida, eso me llevó a tener una fuerte depresión y la ansiedad acababa con mi ser silenciosamente”, reveló Alejandra.

Aleja muestra la antología ‘Fragmentos de venganza y misterio’, en la que participó.//Foto: Diego Anaya . El Universal.
Aleja muestra la antología ‘Fragmentos de venganza y misterio’, en la que participó.//Foto: Diego Anaya . El Universal.

Sus padres se vieron obligados a retirar a Aleja de aquella institución y trasladarla a un lugar donde se sintiera cómoda.

“No imaginé la magnitud del problema, para uno como padre es difícil pensar que sus hijos tienen una condición que los limita, yo sí veía que mi hija era introvertida pero pensé que solo era una etapa. Gracias a la ayuda de profesionales de la salud mental hemos podido entenderla y ella ha avanzando un montón”, cuenta la madre.

Aleja tenía 9 años cuando su padre le propuso un trato, algo que le cambiaría la vida a esta pequeña: le pagaría 100 pesos por cada hoja de un libro que leyera, para Aleja esta oferta era muy interesante, así que la tomó, sin pensar que ese sería el inicio de una vida entre letras.

La mayoría de las historias que escribo son cosas que veo en mi mente, o las sueño (...), es mi forma de canalizar todo lo que siento o pienso”,

Alejandra de la Ossa.

¡A escribir!

Con la llegada de la pandemia, Aleja tenía mucho tiempo libre luego de sus clases virtuales, así que decidió comenzar a escribir las historias que tantas veces se le atravesaban por la cabeza, de esas que a muchos les da miedo contar o experimentar, pero que para Aleja eran su diario vivir.

“La mayoría de las historias que escribo son cosas que veo en mi mente, o las sueño, a veces voy a un lugar y me genera muchas sensaciones y eso trato expresarlo con letras, es mi forma de canalizar todo lo que siento o pienso”, confesó la joven escritora. Le puede interesar: La historia secreta de la casa del Diablo

La familia, su mayor apoyo

Una familiar le habló a Paola, la madre de Aleja, sobre una convocatoria de cuentos que estaba realizando una reconocida editorial, así que esta madre le comentó a su niña sobre tal oportunidad, a lo que ella de inmediato aceptó con gran ilusión, alentada siempre por su hermano mayor, quien es su “vida” y su “fiel compañero”.

Fue así como Alejandra se postuló y ganó la convocatoria con su cuento ‘Un pueblo un poco diferente’, una historia de misterio y suspenso que atrapó a los jurados y fue escogida para hacer parte de la antología ‘Fragmentos de venganza y muerte’. “Fui a recibir mi premio con toda mi familia, se sintió muy bien, es muy bonito ver que mi trabajo es reconocido y más cuando apenas estoy comenzando en esto de ser escritora”, puntualizó la autora.

Sus padres y su hermano no caben de la dicha de ver toda la evolución que ha tenido Alejandra, sobre todo, después de haber sido juzgada tantas veces por tener TOC. De acuerdo con la psicóloga Ivanna Aguilar, “las personas con TOC tienen pensamientos e imágenes mentales repetitivos que causan estrés y ansiedad, lo cual pasa a ser una obsesión y eso conlleva a la compulsión, que es la conducta ejercida para contrarrestar ese pensamiento y como el pensamiento es repetitivo, la conducta también lo es”.

Afortunadamente, esta joven escritora cartagenera no se deja vencer por los monstruos de su mente, sino que los enfrenta y ha logrado salir de las sombras que la atacan internamente.

Ahora, esta niña de apenas 13 años sueña con ser una gran escritora y poder llegar tan lejos como su mente lo imagina.

Más noticias