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La ciencia de la conservación también es para las mujeres

Daihana Arango dejó Biología para empezar un camino en Ecología, una ciencia poco explorada en el país. Es la primera egresada de Antioquia, mujer y una alumna destacada.

“Han existido mujeres sabias, como han existido mujeres guerreras, pero nunca hubo mujeres inventoras”, dicen que dijo Voltaire.

A las mujeres desde hace siglos se nos impidió estar a la par de los hombres en educación y oficios que, afortunadamente, hoy se han abierto en espacios más amigables. No es mentira, que como mujeres hemos tenido que luchar para instruirnos, para ganar dinero, para elegir a través del voto y hasta para soñar.

“No me ha tocado estar en luchas relacionadas al empoderamiento de las mujeres en trabajos científicos o en cualquier tipo de rol, diferente al de ser ama y mujer de hogar, pero es una ganancia que hemos tenido y que estamos viendo en los pregrados de Ecología y Química Farmacéutica, hay muchas mujeres que quieren estudiar, salir adelante dedicándose a eso y creo que es algo muy valioso”, dice Dahiana.

Dahiana Arango, de 23 años, decidió graduarse de Ecología, una carrera relativamente nueva en Latinoamérica y el mundo, y es una de las pocas profesionales del país que se especializará en medioambiente y conservación de recursos naturales, orientada a mejorar la calidad de vida tanto humana como de otras especies en el planeta, buscando formar sistemas de conservación.

“Podemos decir que en Colombia tenemos una relación abusiva, tóxica con la naturaleza. No pensamos en un futuro y en nuestros ecosistemas, y eso puede traer consecuencias muy graves. Los ecólogos estamos para tratar de minimizar ese riesgo, esas consecuencias”, dice.

Resulta que ella es la primera egresada de este programa en Antioquia (se graduó de la CES de Medellín), una joven, mujer, que se le midió a un reto en el que pone toda la fe.

“Toda esta atención que estoy recibiendo, no pensé que fuera algo que llamara tanto la atención. Sí, es una carrera poco conocida, y la razón por la que me decidí fue porque bueno, siempre de niña me ha gustado el ambiente y me he sentido preocupada por todo lo que está pasando en el mundo y la forma cómo nos comportamos hacia el ambiente. En un principio quería estudiar Biología, porque pues es una carrera que tiene todos los méritos, la acreditación; Ecología recién empezaba en Antioquia. Puede ser aterrador por la CES apenas acababa de abrir ese programa profesional pero pues quería hacerlo porque creí en mí, y en lo que podía alcanzar con este pregrado”.

Es una persona que está al nivel de cualquier hombre, si de trabajo de campo se trata y es que esta es una de las principales preocupaciones de los empleadores, cuando ameritan trabajo investigativo.

Dahiana nació en Briceño, un municipio al norte de Antioquia, cerca a Ituango. Tiene 23 años, le gusta leer, tocar la guitarra, y pintar acuarelas, y pese a que se considera un poco torpe, nunca ha dejado de trabajar por lo que quiere, así que siempre se ha destacado en lo que emprende. Así lo reflejan sus anécdotas:

“Yo siempre he sido un poco torpe y (en la universidad) en una de las primeras salidas de campo, me caí y me torcí el tobillo; además me descompuse el hombro, entonces ese día teníamos que ir a hacer un reconocimiento de la zona. Como el tobillo estaba torcido, no me entraba la bota. No me importó, fui a hacer el recorrido con mi tobillo “chueco”, hice el recorrido súper lento, y bueno, tuve que pedir disculpas”, ríe.

¿Qué es la Ecología?

“Mientras la Biología se concentra en el estudio del organismo, los ecólogos indagan en la interacción de ese organismo en los procesos de un ecosistema, y por eso tiene un componente que no solo es biológico, sino que investiga sobre cómo usamos esos sistemas, qué alteraciones les hacemos y qué procesos de restauración son importantes de observar e implementar”, refiere Hilda María Palacio, docente en el programa de Ecología.

“Es bastante diversa, hay infinidad de campos a los que podríamos dedicarnos, desde la investigación hasta la gestión ambiental o a la consultoría. Como mujeres estamos con las mismas capacidades de los hombres para estar en cualquier campo relacionado”, añade Dahiana.

Esta joven ha vivido casi toda su vida en la ciudad, cerca al río Medellín, que según un informe de RedRio, padece graves problemas ambientales y de contaminación como resultado de la disposición de desechos sólidos y líquidos y la extracción de materiales para la construcción, que se realizan tanto en la ribera del río, como en las quebradas afluentes.

“La carrera de Ecología tiene mucho que aportar a un país como Colombia porque tenemos muchos recursos naturales; somos un país mega diverso pero creo que ese título le queda demasiado grande porque nosotros conocemos muy poco de la biodiversidad, y las relaciones que nosotros tenemos con la naturaleza”.

Con tesón todo se puede

En un principio, Dahiana estaba muy angustiada porque no sabía cómo iba a hacer para pagar sus estudios universitarios, “el ICETEX pues bueno, yo no estaba muy segura de pedir un préstamo a los 17 años, así que cuando me salió la beca de Ser Pilo Paga me puse muy feliz porque ahí se arreglaba mi condición económica para estudiar y podía escoger lo que yo quería”.

Pero ella tenía que terminar la carrera en el término estipulado, para seguir con su beca y cuando pasó a Ecología tuvó que arreglárselas para destacar en semestres muy pesados.

“Siempre me ha gustado estudiar y fue algo que me han inculcado mis padres, estoy muy orgullosa de haber podido rendir en esta carrera que me gusta tanto”.

En estos momentos, la joven está haciendo un voluntariado en la lista roja deplantas de Colombia, y lo que hace es recolectar información de especies endémicas de la Amazonía, buscar información relacionada con la taxonomía, el hábitat, con cuyos elementos se pueden hacer análisis para catalogarlas en categoría de amenaza, y para saber cómo están como especies.

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