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Así se viven 48 horas en el cuarto de migración: una cartagenera en México

No solo la actriz Nina Caicedo, Eliana Gaviria nos contó el “infierno” que vivió. Conoce a detalle cómo es perder la noción del tiempo en el cuarto de Migración.

Lo que empezó como un anhelado viaje para reencontrarse con su pareja estadounidense en México después de tanto tiempo sin verse, terminó siendo un calvario para la cartagenera Eliana Gaviria, quien con una sonrisa en su rostro les dijo “les aviso cuando aterrice” a sus familiares en el Aeropuerto Rafael Nuñez y abordó aquel vuelo con escala en Bogotá y destino a Ciudad de México.

El trayecto fue tranquilo, y no veía la hora de llegar para encontrarse con su novio y subirse juntos a un avión que los llevaría a Cancún, a vivir sus vacaciones de ensueño. Pero cuando aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México la trasladaron al área del Instituto Nacional de Migración.

“Me pusieron a llenar un formato con mis datos personales. Cuando terminé se lo entregué al agente y me dijo: ‘Bueno, puedes pasar al cuarto de allí’”, relató la esteticista y cosmetóloga. Lea aquí: La actriz colombiana Nina Caicedo, retenida en aeropuerto de Cancún

Aseguró que sintió un escalofrío al escuchar aquellas palabras pero obedeció... Era una sala de espera, con un televisor que proyectaba una película, quizá con el fin de hacer más llevaderas las tres horas que tuvo que pasar allí.

Mientras diligenciaba otro documento recordó las “películas de terror” que le habían contado otras personas sobre el temido cuarto de Migración, pero en realidad no era para tanto... pensó.

Estoy indocumentada, soy colombiana, pueden hacer lo que quieran conmigo...”.

Eliana Gaviria, cartagenera.

Al finalizar tuvo una entrevista con otro agente en una oficina, quien le preguntó cuánto dinero tenía, cuánto tiempo planeaba quedarse, si tenía familiares en México, etc.

Gaviria recordó aquel momento de octubre del 2020: “Dicen que llamaron a mi primo que vive en México, quien escribió una carta de recomendación para mí. Les mostré tiquetes, reserva de hotel y, aun así, el hombre me dijo: ‘Tú no puedes entrar al país’. Le pregunté por qué y me respondió: ‘Porque no me da la gana’”. Le puede interesar: ¿En qué quedó el caso del funcionario de Migración que pateó a un viajero?

Las primeras 8 horas

Luego de quitarle su pasaporte, dinero, maleta, celular, reloj y cordones —ahora que lo piensa, quizá porque estaban conscientes de que lo que viviría allá dentro la llevaría a considerar ahorcarse— la condujeron, ahora sí, al “cuartico” de Migración.

Eliana consideró poner resistencia, pero luego pensó: “Estoy indocumentada, soy colombiana, pueden hacer lo que quieran conmigo... Si me ponen droga en la maleta, ¿quién va a creer que no la traje desde la tierra de Pablo Escobar?”.

La metieron en el cuarto oscuro, con un hedor nauseabundo, cuando sus pupilas se adaptaron a las tinieblas pudo observar cuatro literas en la deplorable habitación, lo cual no servía de nada si había 20 personas hacinadas en ese lugar.

Se tiró al piso, donde había algunas colchonetas sucias, las almohadas también le provocaron nauseas, se dirigió al baño porque pensó que vomitaría, pero este “era una cosa de terror”. Lea también: “Sin comida y con ratas”: actriz Nina Caicedo sobre su retención en México

“El baño era de acero, así como algunas cárceles que muestran en televisión... y era frío, un congelador. El olor... es algo que no he podido olvidar y que prefiero no recordar”, narró la cartagenera que hoy tiene 34 años.

Se tiró en una de las asquerosas colchonetas y, mientras su migraña le ‘taladraba’ la cabeza, pensó que ya habían pasado varias horas, ya debería estar disfrutando del mar, la arena y el sol... pero realmente no sabía dentro de cuánto tiempo volvería a ver la luz de este.

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colombianos fueron inadmitidos en México a septiembre de 2022, según cifras de Migración Colombia, lo que representó con relación a 2021 un incremento del 225%.

Una holandesa que estaba allí tuvo un ataque de pánico que ni las dos costarricenses, ni las casi 20 colombianas presentes supieron cómo controlar.

“Una venezolana, de la cual me hice amiga, estaba más serena, me acerqué a ella con el propósito de calmarme, pues la situación me estaba abrumando, pero lo que me dijo me erizó la piel... 18 días, era el tiempo que la chica llevaba en el ‘cuartico’ de Migración”, precisó Eliana.

Y añadió: “Empecé a llorar y, junto a mí, muchas otras chicas que estaban allí me hicieron coro... estábamos desesperadas”. Siga leyendo: Colombia y México llegaron a un acuerdo para facilitar migración

Tras 15 horas... o quizá un día

En realidad Eliana no sabía cuánto tiempo había transcurrido, este es un estimado que luego de salir pudo calcular, pero aún no llegamos a esa parte de la historia.

Por un momento el silencio se adueñó de la habitación, solo se escuchaban los gruñidos de los estómagos hambrientos de aquellos latinoamericanos (y una europea).

Una persona entró y les dio un sándwich que estaba “horriblemente picante”, eso y más tarde unas pastas “que no sabían a nada, pero que por lo menos eran algo” fue lo único que Eliana comió durante los dos días que estuvo ahí encerrada. Le recomendamos leer: Emigrar legalmente desde Colombia: esto es lo que debe hacer

Le rogaron al guardia que les permitieran hacer una llamada y al negarse las lágrimas regresaron acompañadas de gritos.

“Una guardia me vio llorando y me dijo que yo era ‘una majadera’ (persona tonta o necia), se rió de mí y dijo: ‘Mira cómo están chillando las colombianas’”, recordó la cartagenera.

Muchas horas después...

Gaviria tuvo la oportunidad de hablar con un agente de Migración México, le dijo que tenía su tiquete de ida y vuelta, que la mandara en el próximo vuelo de Avianca que saliera a Colombia, el agente lo pensó y le dio la oportunidad de hacer una llamada.

“Escoge bien a quién le vas a marcar porque no podrás hacerlo de nuevo”, le dijeron. Los cinco minutos a los que tenía derecho empezaron a correr desde que tuvo el celular en sus manos, llamó a su hermana y le contestó al tercer tono.

Eliana Gaviria antes de llegar a México. // Foto: cortesía.
Eliana Gaviria antes de llegar a México. // Foto: cortesía.

“Karen, estoy retenida en Migración, no me dejaron entrar a México... Tengo que esperar que venga un vuelo de Avianca. Dile a mi mamá que estoy bien, me tienen en...”, alcanzó a decir antes de que le arrebataran el móvil de las manos, sin importar si los cinco minutos ya se habían cumplido, pues estaba a punto de dar detalles de las condiciones en las que la tenían.

De regreso a casa

Llegó el anhelado momento, sacaron del cuchitril a unas cuantas colombianas y las “pasearon como mulas” por todo el Aeropuerto Benito Juárez.

Subieron al avión y al cabo de unas horas por fin aterrizaron en Colombia. “Bienvenidas, no ha pasado nada... ya están en casa”, fueron las palabras del personal del aeropuerto.

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