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Un apasionado por la bicicleta: así era ciclista arrollado en Turbaco

Orlando Olivos Niño se convirtió en la única víctima mortal que dejó el accidente de tránsito en la que un conductor atropelló a 16 ciclistas aficionados.

Por su servicio en la Policía Nacional, Orlando Olivos Niño llegó al municipio de Turbaco procedente del interior del país hace más de 30 años y decidió quedarse viviendo en esa población. Lea aquí: Fallece uno de los ciclistas arrollados por una camioneta en Turbaco

Su amor por la bicicleta tenía una razón de ser: nació en Boyacá, la tierra donde han salido grandes pedalistas de Colombia y que han dejado en alto el nombre del país, como el gran Nairo Quintana. De eso se sentía orgulloso y sacaba pecho cuando se reunía con sus amigos a practicar ciclismo aficionado todos los días.

De domingo a domingo, y a las 5 de la mañana, tomaba su ‘caballito de acero’, agarraba un par de bananos y salía de su casa, en el barrio La Floresta, en Turbaco. El encuentro con el grupo era en la bomba de gasolina que está frente al hospital.

“Nunca dejó de montar su bicicleta. Amaba montarla todos los días con sus amigos, eso era lo que le apasionaba. Algunos compañeros le decían que se retirara, por los peligros en las vías y a su edad. Pero él les decía que no, que lo hacía por salud y porque aún tenía mucha fuerza. Que la dejaba cuando Dios lo dispusiera, antes no”, recuerda su esposa.

De domingo a domingo, y a las 5 de la mañana, tomaba su ‘caballito de acero’, agarraba un par de bananos y salía de su casa, en el barrio La Floresta, en Turbaco.

Agregó que su pasión siempre fue la bicicleta. “Incluso, estando con la Policía compitió varias veces en nombre de la institución”

Olivos, como todos lo llaman, salió a cumplir con su rutina el sábado. Una vecina aseguró verlo pasar a las 4:45 de la madrugada con la bicicleta. Sin embargo, después de salir con 15 de sus compañeros desde el punto de encuentro, el conductor de una Toyota Fortuner, aparentemente bajo los efectos del alcohol, les hizo cambiar de ruta. Para el caso de Orlando, este le hizo tomar una de la que lamentablemente nunca volverá. Lea aquí: Los ciclistas aficionados corren peligro en las vías de Bolívar

El caso

Orlando Olivos Niño, de 67 años y pensionado de la Policía, hizo parte del grupo de 16 ciclistas aficionados que fueron arrollados en la carretera Troncal de Occidente, cerca del sector Coco Frío y del que salieron muy mal librados al menos unos ocho, que requirieron de hospitalización en Turbaco y centros asistenciales de Cartagena. Eran las 5:30 de la mañana.

Según el reporte del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue), Olivos Niño, sufrió un trauma craneoencefálico, por lo que fue llevado a la Clínica Barú. “Tras ser valorado por neurocirugía, y una vez hecho los estudios pertinentes, se le halló que ese trauma era grave, pero en horas de la tarde (sábado), el señor entró en un paro cardio-respiratorio, fue reanimado, pero por su estado grave e inestable, fallece”, se precisa en el reporte.

Los otros heridos

Se encontraban hasta ayer, en hospitalización, un menor de 17 años con varios traumas; Tobías Cabarcas Pájaro, de 46 años; Freddis Montalvo Alcalá, de 42 años; Libardo José Puello, de 45 años; y William García, de 55 años. Todos ellos con traumas en brazos, piernas, golpes en la cabeza, entre otras lesiones.

¿Y el culpable?

Familiares del ciclista fallecido aseguraron que las autoridades no les han entregado un reporte oficial de qué ha pasado con el responsable que iba detrás del volante de la Toyota.

Aseguran que se han escuchado muchos comentarios. “Que el responsable se entregó; que el que llegó a la Policía no era conductor, sino el papá. Otros dicen que fue dejado en libertad”, aseguraron.

La Policía Metropolitana de Cartagena informó que el responsable fue el conductor de una Toyota Fortuner, de placas GRS-785. Se investigan dos hipótesis: exceso de velocidad y conducir bajo los efectos del alcohol. El días de los hechos se dio a la fuga, pero horas más tarde acudió a la estación de Policía de Turbaco, donde se entregó.

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