Hay dos versiones y los investigadores de la Sijín del Departamento de Policía de Bolívar iniciaron la recolección de información para determinar los móviles del asesinato de Franklin Torres Herrera en la noche de ayer miércoles en Arjona. Lea aquí: ‘Emirito’ participó en 28 homicidios en Cartagena y se escondía en Bogotá
La información que manejan los familiares de Torres Herrera, de 36 años, es que él tenía poco rato de haber salido de su casa, en el sector Barrio Nuevo, del barrio La María, en esa población; y unas cuadras después se quedó dialogando con varios amigos. Eran las 8 de la noche.
Todo indica que dos personas se le habrían acercado para quitarle sus pertenencias y este, al intentar oponerse al hurto, recibió un balazo en la cabeza. Los presuntos homicidas, al parecer, se le llevaron algunas cosas y posteriormente se dieron a la fuga. Fue llevado a la clínica Gestión Salud en San Fernando, en Cartagena, pero allá murió.
Sus allegados explicaron que Franklin no tenía problemas con nadie y había regresado de Bogotá, donde estaba radicado hace algún tiempo por razones de trabajo.
“El regresó a Arjona para recuperarse de una fractura que tuvo en uno de sus brazos mientras estaba trabajando. Él estaba dedicado a su trabajo allá y quiso estar con su familia por estos días”, aseguró un familiar en Medicina Legal.
El reporte oficial que tiene la Policía de Arjona indica que se trata de un presunto ataque sicarial dirigido contra Torres Herrera. Los uniformados conocieron que dos personas en moto llegaron al sector La Rampla, en La María, y el parrillero desenfundó su arma de fuego y le disparó directo a la cabeza.
¿Tenía líos?
Aunque el Comando de Policía de Arjona no reportó capturas por esta acción criminal en el municipio si pudo establecer que el hoy difunto presuntamente tuvo una serie de inconvenientes con personas amantes de la peleas de gallos en Arjona. No se confirmó si el crimen tiene alguna relación con esos hechos, pero no descartan investigar todas las hipótesis con el fin de dar con los autores de este sicariato. Lo que si está claro es que la víctima no tenía anotaciones judiciales.
