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Ser bailarina era el sueño de Celia, la niña que murió quemada en Olaya

En la audiencia de acusación, la Fiscalía debe modificar la imputación, pasando de tentativa a homicidio agravado. Hay dolor en Olaya.

El sueño de la pequeña Celia Patricia Rubio era ser bailarina profesional. Así lo demostraba cada vez que había una fiesta familiar y le hacían ronda para bailar al compás de una champeta o cualquier otro ritmo musical. En la calle Líbano del sector El Progreso, del barrio Olaya Herrera, la quieren recordar así: alegre y siempre divertida.

Celia tenía 13 años y sus sueños los frustró su propio padrastro, quien en un ataque de ira provocó un incendio en la vivienda donde la menor dormía esa madrugada del domingo 23 de enero. La niña sufrió quemaduras de tercer grado en el 80 por ciento de su cuerpo y su estado de salud siempre fue delicado. Fue atendida inicialmente en la Casa del Niño, pero ante la gravedad de esas quemaduras, los médicos resolvieron remitirla a un centro especializado en Barranquilla. En esa clínica, Reina Catalina, falleció hoy a las 12:30 de la madrugada tras sufrir seis paros respiratorios. Le puede interesar: ¡Atroz! Murió la niña quemada en incendio provocado por su padrastro

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Unos 20 minutos después de conocer la noticia de su muerte, los vecinos de Celia se levantaron de sus camas y desde entonces hacen cadenas de oración y la recuerdan junto a lo poco que quedó de la casa donde vivía aquella agraciada niña con su mamá Erika Rubio Batista y seis hermanos.

23 de enero
Ocurrió el incendio en la casa donde dormía en esos momentos la pequeña Celia Rubio.

Asegurado con cárcel

El presunto responsable de esa tragedia, el cotero Tilson Cantillo Morales, de 33 años, está bajo medida de aseguramiento intramural. En audiencias concentradas que se realizaron ante el Juez Sexto Penal Municipal con funciones de Garantías, la Fiscalía le imputó los delitos de delitos de homicidio, en grado de tentativa; en concurso con violencia intrafamiliar, incendio y daño en bien ajeno, cargos a los cuales no se allanó. Lea aquí: Así reconstruiremos la casa de la niña de 13 años quemada en Olaya

Con la muerte de la niña, sin embargo, cambia uno de los delitos por los cuales fue judicializado Cantillo Morales. El abogado Cristian Torres asegura que en la audiencia de acusación, la Fiscalía debe modificar la imputación y pasar de que se le juzgue de tentativa a homicidio en sí. “Lo que implica que la pena supere los 25 años de prisión. Antes podía quedar en la mitad, porque la tentativa hace que no se juzgue por la pena en sí, si no por mucho menos”, advierte el penalista.

Al padrastro de Celia lo capturaron esa misma mañana del 23 enero cuando pretendía darse a la huida. La Policía lo rescató de una turba que lo quería linchar. Los funcionarios que participaron en ese operativo dicen que estaba bajo los efectos del alcohol. Las investigaciones han revelado que este hombre tiene antecedentes por violencia intrafamiliar y habría provocado la conflagración para darle una lección a su expareja.

Al padrastro de Celia lo capturaron esa misma mañana del 23 enero cuando pretendía darse a la huida. La Policía lo rescató de una turba que lo quería linchar.

Lo dejó hace tres semanas

Los siete hijos de Erika, dos de ellos ya mayores, vivían con ella en su casa. Todos ellos decidieron pasar ese fin de semana en casa de su papá, menos Celia. Sobre su relación sentimental con Tilson dijo que se conocieron hace año y medio, y asegura que ante las reiteradas discusiones en las últimas semanas decidió mejor terminar ese compromiso. El jueves 20 de enero fue la última discusión y Tilson se llevó lo poco que le quedaba en la vivienda de Erika. Lea: El terrible drama de Erika: le quemaron la casa y su hija lucha por vivir

“No lo volví a hablar ni a hablar con él. El sábado (22) yo estaba en la fiesta de una sobrina mía aquí mismo en la calle y él se apareció, pero no me dijo nada. Yo me fui a acostar y él se desapareció. Lo que ahora sé es que lo que hizo fue esconderse en la casa de mi hermana y ahí estuvo hasta cuando yo salí el domingo temprano. Al ver que en mi casa solo estaba la niña, le echó candela”, recuerda Erika.

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