La comunidad de El Carmen de Bolívar dice sentir temor, pues en las últimas muertes violentas acontecidas en el municipio no se tienen respuestas del por qué han estado ocurriendo. Y para ellos lo peor es que la Policía no ha capturado a nadie y ni tampoco ha informado quiénes podrían estar detrás de esos homicidios.
En menos de un mes, entre el casco urbano y la zona rural de esta población enclavada en el corazón de los Montes de María, se han presentado siete muertes en menos de un mes. Además de eso se suman amenazas a líderes sociales y la presunta presencia de hombres armados en la región. “Hay miedo”, es lo que dicen los carmeros.
El primer caso que se presentó fue el pasado 27 de junio, un doble crimen, que por la forma como sucedieron los hechos, muchos recordaron lo ocurrido en el pasado cuando los grupos al margen de la ley hacían presencia en Montes de María.
Ese viernes por la tarde, en la parcela 7, en el sector conocido como Caño Negro, en área rural, al menos cinco hombres que dijeron ser miembros de las Auc asesinaron delante de su familia a Cristian David Anaya Herazo, de 20 años; y Carlos Farith Ortiz Acosta, de 34 ambos oriundos de esa población. Eran hijastro y padrastro.
Familiares de los fallecidos le indicaron a la Policía que estas personas llegaron armados con pistolas y al ingresar al predio y preguntaron si conocían a Cristian y a Carlos. Una vez los identificaron, los llevaron a un lugar un poco más allá de donde estaban y les propinaron varios balazos.
Un día después, el 28 de ese mismo mes, y en horas de la madrugada, en una finca del corregimiento de Macayepo, mataron a punta de golpes y con objetos contundentes al líder de la Unión Sindical Obrera (USO), Ovidio Baena, de 68 años y pensionado de Ecopetrol. En su momento se informó que los sujetos ingresaron a muy tempranas horas y aprovecharon que este dormía en una hamaca y de inmediato lo atacaron. Lo dejaron muerto en el acto.
Familiares lo hallaron moribundo, y a pesar de ser llevado al hospital de Toluviejo (Sucre), este llegó sin signos vitales.
Sobre los móviles del hecho de sangre no hay nada claro, pero no descartan que el homicidio pueda estar relacionado con las actividades sindicales de la víctima.
En julio
Entrado este mes las balas volvieron a sonar. El pasado 3 de julio a ‘el Pocholo’ lo asesinaron de varios tiros en su humanidad. Esta persona a quien mataron en el barrio Las Palmas fue identificada como Daniel Eduardo Sanabria Torres, de 28 años, quien estaba ejerciendo su labor de mototaxista cuando le propinaron los balazos. El parrillero que bajó de la moto desenfundó un arma de fuego que tenía en la pretina del pantalón y disparó a quemarropa, impactando tres oportunidades: dos en la cabeza y otro en el brazo izquierdo.
Según informaron las autoridades, ‘el Pocholo’ habría sido capturado el pasado 9 de enero por el delito de hurto calificado y agravado
De la otro lado, Néstor Javier Imitola Laguna, de 25 años de edad, y a quien apodaban ‘el Cojito’, se encontraba hablando cerca de su casa con Robin Tapia Pedroza, de 37 años de edad. Dicen que este último, a quien apodan ‘el Flaco’, llegó a la vivienda para hablar de algunos asuntos de trabajo.
Eran las 9 de la noche cuando fueron sorprendidos por dos sujetos que les dispararon a quema ropa, y quienes salieron de una zona enmontada cerca de este sector de la Invasión. ‘El Cojito’ falleció en el lugar de los hechos pero por fortuna ‘el Flaco’ alcanzó a ser llevado al hospital Nuestra Señora del Carmen, donde logró recuperarse de las heridas propinadas.
El 9 de julio, campesinos del corregimiento de San Isidro dieron aviso a las autoridades sobre el cuerpo de un hombre de unos 50 años aproximadamente.
Esta persona fue hallada con señales de tortura, fue arrojado en un hueco y tenía las manos atadas. Fue ingresado a la morgue como NN y las autoridades aún no han confirmado de quién se trata.
La última persona asesinada fue Adonis Rivera Tovar, en hechos ocurridos el pasado 16 de julio, donde se supone que es el día más especial para esta comunidad de los Montes de María.
El cadáver de ‘el Mijo’, como le conocían, fue hallado al costa de una vía en la vereda Guacamayo, zona rural de El Carmen. Su moto fue hallada cerca del lugar. Esta persona se dedicaba a la venta de leche cruda, sin embargo, según la policía tenía anotaciones por venta de estupefacientes.
Demás había tenido una riña con una persona que también se dedicaba a vender alucinógenos.
