<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

Por una venganza y un amor cayó un narco “invisible” del Clan del Golfo

Rubén Darío Viloria Barrios, alias ‘Juancho’, era conocido como un próspero comerciante de Ciénaga de Oro (Córdoba). Una mujer lo dejó al descubierto.

Una mujer resultó ser la perdición para Rubén Darío Viloria Barrios, alias ‘Juancho’, un narco invisible del Clan del Golfo al que las autoridades le estaban haciendo cacería desde 2019 y que cayó en las últimas horas.

Pero más que un hombre encargado de lavar plata para la peor organización criminal de los últimos tiempos, detrás de este bandidazo hay un rastro de sangre y otros crímenes con el fin del mostrar su autoridad. Lea: ¿Quién era el presunto jefe del Clan del Golfo que mataron en San Onofre?

Doble vida al descubierto

Como un próspero comerciante de Ciénaga de Oro (Córdoba) era conocido Rubén Darío Viloria, a quien solían ver desde hace varios años controlando sus negocios, por lo que no levantó sospechas cuando decidió radicarse allí en 2020.

El hombre andaba para arriba y para abajo con un nutrido esquema de seguridad y él mismo aseguraba que era por todas las amenazas de secuestro que recibía. Los que lo conocieron hablaban de alguien amable y fiel creyente de la palabra de Dios.

Una visión alejada de las pruebas de las autoridades, quienes en 2019 lograron por los delitos de tráfico y porte de armas, así como de tráfico de narcóticos.

Sin embargo, tuvieron que dejarlo en libertad en 2020 por vencimiento de términos, momento en el que se les perdió del mapa, incluso, dejó de utilizar las redes sociales y no se comunicaba con sus socios a través de correos.

Parecía que alias ‘Juancho’, de 38 años, se saldría con la suya, pero no contó con el hecho de que una mujer se acercaría a él y lo seduciría con un solo objetivo: entregarlo. Lea: Montes de María, otra vez arrinconado por la violencia

Varios meses atrás una joven, sobre la cual las autoridades mantienen absoluta reserva, logró colarse en una fiesta organizada por Viloria y allí lo sedujo.

La mujer tenía un objetivo claro, llegar a él para cobrar venganza por el asesinato de su pareja sentimental hacía cerca de un año, y en esa arriesgada operación quizá tuvo muchas oportunidades para acabar con su vida, pero prefirió ponerle fin a su carrera criminal de otra forma: lo delató ante las autoridades.

Luego de tres meses de seguimiento en los que la Fiscalía recaudó pruebas en su contra, la mujer volvió a jugar un rol fundamental y en días pasados lo citó a Montería. ‘Juancho’ viajó solo con un escolta para pasar desapercibido, pero las cartas estaban echadas y en lugar de su amada, el capo fue recibido por un grupo de hombres del Grupo Especial de Operaciones de la Policía.

Se creía todo un patrón

Y es que la sed criminal de ‘Juancho’ fue su condena, pues había ordenado varios asesinatos de hombres cercanos a él que se atrevían a cuestionar sus órdenes.

Sus aires de poder lo llevaron a pensar que las personas a su alrededor tenían que cumplir todas sus peticiones y caprichos”.

Fiscalía General de la Nación

A través de lanchas rápidas, este capo y sus hombres enviaban 1,5 toneladas de cocaína al mes hacia Centroamérica y los Estados Unidos, “por su experiencia se encargaba de recibir en Urabá, Antioquia, emisarios de organizaciones narcotraficantes de Panamá, Costa Rica y Honduras para coordinar la comercialización de estupefacientes”, aseguraron los investigadores. Luego de reunir suficiente material en su contra, las autoridades lograron una condena de 22 años y hasta una circular roja de Interpol.

Manos bañadas de sangre

‘Juancho’, dicen autoridades, mandaba a matar a diestra y siniestra, y ordenaba secuestros y extorsiones. Fue él, según la Policía, el encargado de ordenar en julio de 2018 el asesinato de Alexánder de Jesús Hernández (arriba) y Rafer Stith Baldovino (abajo), comandante y subcomandante de la comisaría de Puerto Valdivia (Antioquia).

Los uniformados fueron emboscados en la camioneta y allí recibieron ráfagas de fusil en momento en que evitaban saqueos en ese sector, evacuado por el proyecto de Hidroituango.

Viloria también fue responsable de un triple homicidio que se presentó en San Carlos el pasado 28 de enero, así como los homicidios de un hombre en San Bernardo del Viento, frente a su familia, y un doble homicidio en Chinú, todos municipios de Córdoba.

Más noticias