Por considerar que es un delito de homicidio culposo sin agravantes y la privación de la libertad no es prolongada, el fiscal delegado para investigar el accidente que ocurrió el sábado en la tarde en la ciénaga de Cholón, en la isla de Barú, resolvió dejar en libertad al piloto del yate que con sus hélices mató a la universitaria barranquillera Valentina González Medina mientras buceaba con sus amigos a 300 metros de la costa.
Así lo confirmó ayer el comandante de la Policía de Cartagena, Henry Sanabria Cely, tras indicar que José Gertrudis Valencia Quintana, piloto de la embarcación ‘Experiensea’ y residente en la isla de Caño del Oro, fue retenido el mismo sábado en la tarde.
Dos días después, según la Policía, un fiscal le otorgó la libertad sin audiencia. El piloto, sin embargo, sigue bajo investigación a la espera de que avance el proceso ante un juez con funciones de Control de Garantías de Cartagena.
“La valoración inicial la hace el fiscal y este decide si lo lleva o no a audiencia preliminar. En este caso consideró que la privación de la libertad no sea prolongada por ser un delito de homicidio culposo sin agravantes”, manifestó ayer Sanabria Cely.
Una de las versiones que se manejan sobre lo sucedido es que Valentina estaría buceando y al salir a la superficie, la hélice del yate le causó heridas abiertas en la espalda, cuello y en la cabeza, muriendo casi al instante.
El cuerpo de Valentina estaba flotando, rodeado de una mancha de sangre que alertó a turistas y nativos. Unos curiosos se acercaron a ver qué había en el agua y ahí se dieron cuenta de lo sucedido.
A Valentina la subieron a una lancha y la llevaron a la orilla de la playa, pero ya era muy tarde, había fallecido. En el yate que le pasó por encima a la joven no se hallaron rastros de licor, pero el piloto no tenía la licencia abordo.
El cuerpo de la estudiante de último semestre de psicología en la Universidad del Norte, en Barranquilla, fue reclamado por sus familiares en la mañana del domingo en Medicina Legal, en Zaragocilla, para luego trasladarlo y sepultarlo en su ciudad natal.
Ahora la investigación se centrará en esclarecer si en la zona donde se sucedió la tragedia está permitida para que se movilicen embarcaciones o se realicen actividades de buceo.
