En Colombia hay un popular dicho que asegura que la justicia es lenta pero llega. Sin embargo, la satisfacción que sienten los familiares de Harold David Morales Payares, de 17 años, demuestra que su caso va por buen rumbo y todo parece indicar que se resolverá en el menor tiempo posible.
Pero más allá de la rapidez con la que ha actuado la justicia en su caso, siempre han mandado un mensaje de esperanza a las familias, pidiendo tener calma y paciencia, para quienes tengan situaciones como la que ellos están viviendo con la partida de Harold, asesinado en hechos en los que están involucrados tres uniformados de la Policía Metropolitana de Cartagena.
Esta familia hoy celebra una decisión más de la justicia: el Juez 17 Municipal del Cartagena cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario a los tres patrullero que, en un procedimiento policial, habrían disparado, al parecer, de manera irregular contra este adolescente, quien era una promesa del fútbol bolivarense.
Los uniformados que fueron enviados a la cárcel para funcionarios del Estado de Sabanalarga, Atlántico, fueron identificados como Octavio Darío Porras Vides, Juan Esteban Gómez Ricard e Iván Darío Olivo de Ávila, por su presunta participación en la muerte del menor, el pasado 24 de agosto, en hechos que siguen siendo materia de investigación.
Según el togado, los elementos materiales probatorios que entregó la Fiscalía fueron suficientes para enviarlos a la cárcel. El pasado 11 y 12 de noviembre, funcionarios de la Oficina de Derechos Humanos de la Fiscalía General y expertos investigadores, llegaron al barrio San Francisco, sector Casas Caídas, donde hicieron la reconstrucción de los hechos, en la que estuvieron presentes testigos y los policías implicados.
En audiencias concentradas, la Fiscalía General de la Nación imputó a los uniformados los delitos de homicidio agravado, favorecimiento al homicidio y falsedad en documento público. Los cargos no fueron aceptados por los procesados, quienes recibieron medida de aseguramiento intramural.
La investigación da cuenta que el día de los hechos, el patrullero Olivo De Ávila, al parecer, golpeó al menor sin justificación alguna. Posteriormente, Porras Vides le habría disparado con el arma de dotación. Los tres uniformados, en el reporte oficial señalaron que la víctima hacía parte de una pandilla y les había disparado con un arma artesanal, la cual fue sometida a cadena de custodia por el patrullero Gómez Ricard.
Testimonios y diferentes labores de Policía Judicial evidenciaron que la versión de los patrulleros sería falsa. Por ejemplo, las pruebas periciales de balística concluyeron que el artefacto hechizo que, supuestamente, usó el adolescente no era apto para disparar.
Tras balear al joven, los uniformados lo llevaron al CAP de Canapote hasta donde llegó sin signos vitales, según se informó.
Cabe anotar que fueron varias las manifestaciones pacíficas que organizó la comunidad y familia del menor para exigir una investigación transparente, asegurando que la muerte del menor fue un abuso de autoridad y homicidio.
“Siempre creímos en la justicia y estamos viendo los resultados de esta lucha por limpiar la memoria de Harold y hacer que los culpables respondan”, dijo una tía del fallecido a este medio.
El abogado de la víctima también confirmó la noticia a través de su cuenta personal de Twitter.