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No pudo sacarse el anillo y por eso lo mataron: ¿Qué pasó con el ladrón?

Al ingeniero Óscar Valdelamar lo asesinaron en restaurante en El Bosque. Su mamá le cuenta a El Universal cómo van las investigaciones.

Sus esfuerzos, constancia y deseos de superarse profesionalmente tuvieron el mejor premio para Óscar Mauricio Valdelamar Camacho aquel 27 de febrero de 2021. Ese día, a sus 23 años, consiguió su título de ingeniero mecatrónico por parte de la Universidad Tecnológica de Bolívar.

Todos estaban felices, más su mamá, Ángela, principal testigo de todo lo que debió sortear Óscar para estudiar esa carrera, sobre todo en los últimos dos años, cuando la pandemia por el COVID-19 le dio un vuelco a la normalidad. Le puede interesar: Alto Bosque: lo atracaron, no pudo sacarse el anillo y lo mataron

Como regalo a ese logro y a su perseverancia, Óscar recibió de su mamá un anillo de grado que usaba con orgullo. Apenas 19 días después, un ladrón se “enamoró” de esa prenda de oro y mató al joven a sangre fría mientras almorzaba con su novia en un restaurante de esquina en el barrio El Bosque. El delincuente le disparó directo a la ingle porque Óscar no pudo quitarse el anillo de un dedo de la mano izquierda.

El crimen ocurrió a eso de la una de la tarde del 18 de marzo de 2021 y hoy, casi 17 meses después, las investigaciones parecen estancadas y Ángela sigue sin poder conocer la palabra “justicia”.

No ha sido fácil para ella. Óscar era el orgullo de la familia y el ejemplo a seguir: primer sobrino de los hermanos de Ángela y primer nieto de la abuela materna. “Era la luz de nosotros, la alegría de la casa, no ha sido fácil asimilar todo esto”, cuenta la mamá de Óscar.

Ángela ha “movido cielo y tierra” en busca de justicia, y aunque en algunos momentos le han dado alguna esperanza de conseguirla, en la práctica no hay nada concreto en la investigación. Lea también: Alto Bosque: no pudo sacarse el anillo y por eso un atracador lo mató

La Sijín, de la Policía Metropolitana, conoció el caso de primera mano y comenzó las pesquisas con las declaraciones que entregaron testigos, sobre todo la novia de la víctima. Luego, la investigación la asumió una Fiscalía especializada que tampoco le ha entregado resultados a la familia de Óscar Mauricio.

Aunque les han informado que un sospechoso fue capturado el año pasado, no los han llamado para que hagan un reconocimiento del sujeto. Tampoco saben si sigue privado de la libertad o si habría salido libre por vencimiento de términos. La palabra impunidad parece la más cercana a la realidad.

23 años
tenía Óscar Mauricio Valdelamar cuando un ladrón lo asesinó frente a su novia en un restaurante en el barrio El Bosque.

“Pégale un tiro”

Ese fatídico 18 de marzo, el joven salió bien temprano de su casa, poco después de las 7 de la mañana, para hacerle una diligencia médica a su abuela en Manga. Su mamá lo despidió luego que desayunara y no lo volvió a ver más.

Óscar se fue en su moto y en el camino recogió a su novia para pasar con ella la mayor parte del día. Luego de Manga fueron a El Bosque, al taller de un amigo que les iba a reparar un celular. El técnico les dijo que el teléfono estaría listo después de la 1:30 de la tarde y fue por eso que el joven y su novia aprovecharon para almorzar en un restaurante de esa misma zona.

Para conseguir su título universitario, Óscar trabajó en pandemia como “rappi”. Ya con su diploma en mano, comenzó a hacer las diligencias para laborar en su profesión.

La pareja llegó a un local de terraza amplia y se sentó en una mesa cercana casi al andén. Fue allí donde los vieron dos sujetos en moto que estaban en búsqueda de “víctimas”. Los individuos pasaron casi enfrente de ellos y quizás fue por eso que uno de los tipos se fijó en el anillo de grado de Óscar. Lea aquí: Piden justicia para Óscar, joven asesinado en un atraco en El Bosque

Los delincuentes se devolvieron y uno de ellos bajó de la moto y con arma de fuego en mano encañonó a Valdelamar sin importarle que había más personas allí. El ladrón quería el anillo y así se lo hizo saber a su víctima de inmediato.

Óscar estaba muy asustado y trató de quitarse el anillo, pero quizás por esos nervios que sentía la prenda no salía. Fueron unos “segundos eternos” hasta que el otro delincuente que estaba en la moto le gritó a su cómplice “pégale un tiro”. Y así fue. Los ladrones se fueron sin anillo, pero se llevaron la vida de Óscar Mauricio y con ella los sueños y la alegría de toda una familia que aún hoy lo sigue extrañando y llorando.

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