El atroz crimen de Liliana Segovia Navarro no solo causó conmoción en Barranquilla y el Atlántico; el dolor también se sintió en la población bolivarense de Mompox, de donde era oriunda y en donde reposan sus restos.
A la mujer, de 36 años, la citaron por redes sociales para proponerle un negocio y al acudir a ese encuentro se la llevaron en su camioneta a una zona desolada y dentro de su vehículo la golpearon y asfixiaron. Le puede interesar: Asesino de Liliana Segovia Navarro aceptó cargos y espera sentencia
Tres días después hallaron su cuerpo dentro de un tanque y con una bolsa negra en la cabeza en un pequeño lago cercano a una finca en jurisdicción del municipio de Tubará (Atlántico), en la llamada vía de El Algodón. Le puedo sugerir: Legalizan captura de hombre que habría participado en asesinato de momposina
Uno de esos hombres que participó en ese vil asesinato para quedarse con la camioneta de la víctima y de los más de 10 mil dólares que tenía en criptomonedas ha sido condenado tras aceptar los cargos acuerdo con la Fiscalía.
Un juez con funciones de Conocimiento de Barranquilla lo halló responsable de los delitos de homicidio agravado, hurto calificado y transferencia no consentida de activos. Lea también: A momposina asfixiada en Tubará le saquean cuentas y roban su carro
En la audiencia, además, el juez le ordenó pagar 105 salarios mínimos legales mensuales como método de reparación a las víctimas.
“El hoy sentenciado, al tener conocimiento de una camioneta y más de 10 mil dólares que tenía la víctima en criptomonedas, la contactó a través de redes sociales y la citó con la excusa de proponerle un negocio. Lea: Mujer hallada muerta en el Atlántico estaba desaparecida
“La mujer acudió al encuentro y fue ahí cuando Medina Vega la golpeó y asfixió dentro del vehículo. Posteriormente, llevó el cuerpo a su apartamento para guardarlo en un tanque de plástico y el 1 de marzo lo lanzó en un sector despoblado, en inmediaciones del municipio de Tubará (Atlántico). Después le robó realizando una transferencia virtual”, relató la Fiscalía durante la audiencia.
En marzo del año pasado, y en versión libre, Jairo Medina aceptó los cargos imputados por la Fiscalía.
Medina Vega dijo haber participado en el asesinato junto con otro primo, quien sería el autor intelectual de la trama que armaron para despojar de más de 10.000 dólares en criptomoneda que Liliana tenía en una cuenta.
Al obligarla a hacer la transacción, le robaron la camioneta, la asesinaron y unos días después su cuerpo fue encontrado en una zona enmontada del municipio de Tubará, Atlántico.
Tras haber embalado el cuerpo en un tanque, al que cubrieron con suficientes cintas, los dos lo subieron en el carro de Jairo y que luego se llevó su primo Andrés Mauricio. El primero se quedó con la camioneta de Liliana y la terminó vendiendo por $12 millones en Valledupar; el segundo se llevó el cuerpo para su casa.