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Le cumplen la amenaza frente a sus amigos, en Olaya Herrera

A Alberto Vargas, de 27 años, lo asesinan a bala cerca de su casa. Sus familiares dicen que le habría disparado un sujeto que haría parte de una pandilla y que salió de la cárcel hace apenas unos días.

Los fantasmas por antiguos problemas habrían regresado a Alberto Vargas Del Río. Lo matan a bala el martes en el barrio Olaya Herrera, eso de las 5:30 de la tarde, en la calle El Tabú, en el sector Rafael Núñez.

“Él fue amenazado por un tal ‘Niño Gordo’, que es miembro de una pandilla conocida como ‘los Cachulos’. Esos pelados tienen el barrio azotado”, dicen los parientes del hoy difunto.

Según los parientes de Alberto, su victimario habría salido de la cárcel hace seis días, y al llegar al barrio lo primero que dijo, presuntamente, fue: “voy a matar a cuatro personas”.

“Ese tipo dijo que iba a matar a cuatro personas y mi hijo estaba entre esos”, cuenta Juana Del Río, madre de Alberto.

A mansalva

Aunque el ‘Niño Gordo’ había emitido su sentencia de muerte, ‘Albertico’, como era conocido entre sus amigos y familiares, no temió, sino que desprevenidamente salió a la calle en la tarde del martes con sus amigos.

Según los dolientes, Alberto iba con sus amigos para la calle La Villa, que está cerca de su casa. Iban charlando y echando cuentos. En una esquina, ‘Niño Gordo’ estaba en compañía, según algunos de los testigos, por ‘Niño Chiquito’.

Justo a las 5:30 de la tarde se escuchó un disparo y vieron caer a Albertico. Testigos afirman que ‘Niño Gordo’ desenfundó un revólver y presuntamente le disparó en la espalda a Vargas Del Río. El hombre quedó en el suelo, agonizando, mientras intentaba pronunciar palabras de auxilio para que no lo dejaran morir en el suelo polvoriento.

Uno de los amigos que estaba con Alberto lo auxilió y trasladó al CAP de Olaya, pero los médicos manifestaron que había ingresado sin signos vitales, ya que la bala afectó varios órganos.

Al tiempo que ayudaban a la víctima, los mismos vecinos llegaron a su residencia y entregaron la mala nueva. “Los vecinos fueron los que nos avisaron y nosotros llegamos al CAP, pero ya estaba muerto”, afirmó Juana Del Río.

Lo persiguieron

Tras lo sucedido, los residentes del barrio dieron aviso a la Policía, que llegó al lugar y, tras interrogar a varias personas, iniciaron una búsqueda por sectores aledaños.

En medio de una persecución, la Policía Metropolitana de Cartagena reportó que a eso de las 6:20 de la tarde capturó un hombre presuntamente señalado de ser el responsable de asesinar a Alberto Vargas Del Río. Al sujeto le decomisaron un revólver con dos cartuchos percutidos. Al parecer, esa es el arma con la que le dispararon a Alberto.

Son una pandilla

Los allegados de la víctima manifestaron que las amenazas en contra de Alberto son porque los miembros de la pandilla ‘los Cachulos’ tienen azotado el barrio.

“Ellos son una familia. Está el tío, el sobrino, el hijo, el hermano, todos. Son los que deciden quiénes pasan de un lado a otro y quién puede entrar al sector”, aseguraron los dolientes.

Los dolientes denuncian que hace una semana, los mismos miembros de ‘los Cachulos’ hirieron de un balazo en un pie a una de las primas de la víctima mientras compraba un perro caliente, presuntamente porque querían hacerle daño a su pareja sentimental. Del hoy difunto se conoció por medio de la Policía que tenía vigente una orden de captura por el delito de hurto calificado y agravado. Deja dos hijos y vivía con su mamá, hermanos, abuela y sobrinos.

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