Mirando al mar y con el rostro desencajado de dolor estaba ayer, en el sector La Tenaza, Higinio Soto Alcázar, padre de Sebastián de Jesús Soto Arias, el joven que era buscado desde el lunes en esa zona.
Se sentó en una piedra, miró al azul cielo y parecía que el candente sol no le importaba. Y qué le iba a importar si acababa de enterarse que el cuerpo del menor de sus tres hijos había sido hallado por pescadores a unos metros del lugar donde lo vieron por última vez el lunes en la tarde, cuando entró al mar para rescatar a tres personas.
“Un pescador me llamó y me avisó que lo había encontrado flotando. Nos vinimos enseguida para acá. Desde que desapareció venía con otras personas a buscarlo. Tengo un dolor muy grande y su mamá está destrozada, no hay consuelo para ella”, contó Higinio.
Sebastián tenía de 18 años y residía en el sector 18 de Enero, de Nelson Mandela. “Él hacía parte de una escuela de fútbol porque su sueño era ser jugador profesional. El entrenador trajo al equipo a practicar a este sector y cuando estaban en esas se percataron que tres personas se estaban ahogando.
“‘Sebas’ y el técnico entraron al agua a rescatarlos y todos salieron, pero mi hijo no pudo salir”, contó el papá, quien recordó a su hijo como un chico alegre, amable y “con una sonrisa hermosa que nunca olvidaremos”.
Familiares de Sebastián contaron que jugaba como delantero y tenía mucho talento. “Él terminó el bachillerato y se enfocó en el fútbol, quería estar en un club profesional. Estábamos en vueltas porque en junio iba a probarse en un club de Bogotá, eso lo tenía muy emocionado. Era muy bueno jugador y gran líder en su equipo”, dijeron.