Como la experiencia más atroz y macabra de su vida describe Yosimar Palacios Becerra el capítulo que vivió el pasado 30 de enero, a eso de las 11:30 p. m., mientras iba de pasajero en un taxi que lo llevaría de la avenida Pedro de Heredia al barrio Nuevo Bosque.
El joven, quien reside en Olaya Herrera, contó que “a esa hora estaba en un punto de comidas rápidas, cerca a una conocida discoteca, pero no estaba de rumba, solo comiendo. Era tarde, así que tomé un taxi que estaba parqueado frente a la discoteca; pensé que era de esos que siempre se estacionan allí, así que tuve confianza.
“Al principio todo iba bien, pero el taxista me dijo que se desviaría para tanquear gasolina y acepté. Luego empezó a tomar rutas que no conocía y me asusté mucho. Le pregunté que para dónde me llevaba y comenzó a ponerse agresivo”, relata el joven, quien trabajaba en un crucero de Disney que recorre el mundo.
La agresión
Yosimar recuerda que comenzó a ver por la ventana que se dirigía a un lugar oscuro y poco habitado. Lo llevó a la vía a Mamonal.
“Se bajó del carro y que a orinar, entonces yo también me bajé y le reclamé por llevarme hasta allá; en ese momento se devolvió y comenzó a lanzarme cuchilladas, cortándome en las manos. Me quería quitar el celular, pero luego le dije que había apuntado la placa del taxi y se la había mandado a un amigo, por lo que se enfureció más y comenzó a darme muchos golpes.
“También me acuchilló en una pierna. Como pude le quité el cuchillo y corrí hacia el monte. Él me vio huir y se montó en el carro y se fue, pero no se llevó nada mío”, cuenta la víctima.
Yosimar dice que no duerme bien desde entonces, y más porque sabe que ese taxista sigue en la calle, como si nada. “Yo creo que estaba drogado y que esto lo volverá a hacer. Me quería robar, pero no se llevó nada y por fortuna me pude defender, pero no todos tienen la misma suerte.
“La verdad, solo recuerdo que era de piel negra, entre los 30 y 38 años y costeño. Tenía tapabocas y no le vi bien el rostro”, expresó Yosimar, quien actualmente trabaja en un hotel de la ciudad.
El joven pide a las autoridades que investiguen por medio de cámaras de seguridad para que den con el taxista.
No le dan las grabaciones
Yosimar ha solicitado las grabaciones de las cámaras de la discoteca, donde se puede observar la placa del taxi, pero asegura que no se las han querido dar. Hizo la denuncia pública por este hecho, pero no se ha dirigido a la Fiscalía porque no tiene la placa y así es más difícil el proceso, asegura.