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Entre la vida y la muerte joven que balearon en Villanueva

Jaider, de 20 años, ingresó al Hospital Universitario el domingo en la noche, poco después de ser baleado en el abdomen.

Entre la vida y la muerte se debate en el Hospital Universitario del Caribe un joven que balearon en medio de un hecho confuso que ocurrió el domingo a las 8:30 de la noche en el municipio de Villanueva, en el Norte de Bolívar.

María del Carmen Zúñiga Cano le aseguró ayer a El Universal que a su hijo Jaider Zúñiga Cano, de 20 años, le dispararon en el abdomen mientras miembros de la Policía intentaban caldear los ánimos de una pelea en el barrio El Caño, en esa población.

La angustiada mujer sostiene que por lo general no suele cocinar los domingos por la tarde, por lo que ella, un sobrino, su hijo y la esposa de este último decidieron salir a comprar patacones en un negocio de comidas rápidas cerca de donde viven.

“Cerca de donde vivimos nosotros había una pelea. Llegaron como ocho patrullas de la Policía motorizada, en cada una iban dos patrulleros. Se fueron hasta donde estaba la pelea y comenzaron a hacer disparos. De allá se llevaron un detenido y en medio de esos disparos uno de esas balas le dio a mi hijo. Tiene una herida en el abdomen y está desde el domingo en el HUC. Solo esperamos que nos den buenas noticias”, dijo María del Carmen.

Aseguró que pese a que su hijo estaba malherido, los policías que estaban en el lugar salieron y no le prestaron los primeros auxilios. “A mi sobrino también lo hirieron, pero el está fuera de peligro. Tenemos testigos de que nosotros no estábamos involucrados en esa pelea”, precisó María del Carmen.

La Policía de Bolívar aún no se ha pronunciado en torno a este hecho que aún tiene en conmoción a la población de Villanueva.

En Turbaco

Otro caso similar ocurrió el pasado 27 de febrero en el sector Los Zamarros, en Turbaco. Según relata Yoberlis Santander, ese día salió de trabajar a una cantera y en el trayecto para ir a su vivienda unos policías, al parecer, estaban capturando a una persona.

Al supuesto retenido lo habían ingresado a la camioneta de la Policía y en el recorrido, asegura, casi lo atropellan a él y a su sobrino.

“Mi sobrino Eder Bolaños Santander y yo íbamos en mi moto. Al ver eso lo único que les dije a los policías fue que tuvieran cuidado y entre otras cosas porque por esa calle circulan muchos niños. Al reclamar eso varios policías se me acercaron, me insultaron y al responder también, entonces la emprendieron conmigo y con mi sobrino. Nos dieron patadas, bolillazos y trompadas. A él -Eder- le dispararon con balas de salva. Quedamos heridos y tirados allí porque se fueron”, explicó.

Agregó que al momento de caer de la moto en la que iban, tras los empujones de los uniformados, a Eder se le cayó un celular de ultima tecnología, un uniformado lo recogió y se lo llevó. “Hasta ahora no se lo han devuelto. Un policía se lo robó”, precisó Yoberlis.

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