Javier Enrique Argumendo Fabra lloraba inconsolable en las afueras de Medicina Legal en la mañana de hoy. Estaba completamente destrozado.
Lo abrazaba una familiar de él y en medio de un profundo dolor contaba lo que había pasado ayer lunes en la mañana, donde lamentablemente murió su hijo, ‘Javiercito’. Su mujer estaba en otro extremo, se le veía tranquila. Lea aquí: Niño de 4 años se ahogó en centro recreacional en Olaya Herrera
En medio del llanto recordaba que “yo ya le había comprado su ropita para el 9 de agosto. Mi ‘pelaito’ cumplía 5 añitos y su mayor felicidad era pasear y montar en atracciones, y eso era lo que yo le iba a dar. Él era mi vida”, dijo Argumedo Fabra.
Un poco más tranquilo se atrevió a contar lo que sucedió. Asegura que su mujer, desde la noche del domingo había estado departiendo con unos vecinos del callejón Yánez, calle San Pancrasio, del barrio Olaya Herrera, en Cartagena.
“Yo estaba ahí. No puedo tomar porque estoy pendiente de una cirugía. Como a la 1 de la mañana (lunes) me fui a acostar porque debía trabajar. Ella se quedó allí. Luego que me desperté vi que ella seguía bebiendo con los vecinos. Me cambié y cambié al niño y le dije que se fuera para la casa, que yo debía trabajar. Como a las 10:30 me llamaron a decirme que el niño se ahogó”. No lo podía creer.
Cuando llegó al CAP de Olaya ya Javier Andrés Argumedo León, de 4 años, había fallecido. “Yo llegué y ella no podía con la borrachera que tenía”, dijo con inmenso dolor.
“Ni me dijo que se iba para piscina y no sé por qué no dejó al niño con algún familiar. Por qué se lo tuvo que llevar”, se lamentaba Javier Enrique quien reiteró no estar en el lugar de los hechos.
“Lo tenían cerca”
Testigos aseguran que llegaron al centro recreacional La Fantástica, que está en el sector Central de Olaya, la joven con su hijo ‘Javiercito’ y tres muchachos más siendo como las 8 de la mañana de ayer. “Solo estaban ellos y el niño no se quería meter en la piscina”, dijo una persona que estuvo presente.
Al cabo de un rato le compran un mecato y se lo comía cerca de la piscina. El niño le decía cosas a su mamá y esta no le prestaba atención. Ella estaba muy tomada. Es más, hubo un momento donde el niño se resbaló cerca de la piscina”, dijo un testigo.
Sostiene que al cabo de un rato escuchó que estaban buscando a ‘Javiercito’ y nadie sabía donde estaba. “Eso fue en un abrir y cerrar de ojos. Busquen al niño, e incluso salieron hasta la calle para ver si se había salido. La mamá se reía y decía que era que se lo habían escondido”.
Añadió que “el muchacho que siempre estuvo al lado de ella ni siquiera se dio por buscarlo. Salió de la piscina, se sentó en la orilla y después sale y dice ‘mírenlo aquí. Es algo que resultó muy extraño, pues el estaba cerca”, explicó.
Fue auxiliado, llevado al CAP de Olaya, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Se investiga
Desde el mismo día, miembros de la Policía Nacional llegaron al centro recreacional La Fantástica para hacer las averiguaciones del caso.
Ayer nuevamente, en el mismo lugar, recogieron todas las versiones de parte de testigos que presenciaron lo sucedido en la mañana del lunes a las 10 de la mañana.
Mientras tanto, en Medicina Legal, en medio del dolor y la rabia a la vez por este terrible caso de un descuido fatal, el papá de ‘Javiercito’ buscaba culpables y responsables por la muerte de su único hijo. “Era zurdo y soñaba con verlo ser un gran beisbolista. Ella no tenía por qué llevárselo para esa piscina”.
“Tenemos todo en regla”
Los administradores del centro recreacional afirmaron que contrario a lo que se dice de que este establecimiento no cuenta con los permisos, indicaron que tienen toda la documentación en regla y lo que exigen las autoridades.
“Aquí tengo todos mis permisos, mis recibos, mis papeles. También tenemos señalización, avisos, hay un enmallado”, explicó la dueña y administradora del sitio. Sobre si tiene personal capacitado para el rescate indicó que es su esposo quien se encarga de esas labores, pues tiene experiencia. “Es bueno que se diga la verdad para que no haya inconvenientes. Nadie va a desear que un niño se ahogue”.
