Estar cerca de su familia o mantener comunicación directa con ella, como ha sucedido con otros capos del narcotráfico en Colombia a través de los años, también ha sido el Talón de Aquiles para Alexander Alberto Simanca Cabrera.
Alias ‘Simanca’, ‘Don José’, ‘Alex’ o ‘el Gordo’ es un presunto cabecilla del Clan del Golfo en la Costa Caribe y el Magdalena Medio que cayó esta semana en una operación a nivel nacional de la Policía que dejó 24 capturados, 10 de ellos con pedidos de extradición a Estados Unidos, entre ellos él. Es la segunda vez en 13 años que Simanca Cabrera es aprehendido y en ambos casos lo descubrieron por estar compartiendo con su núcleo familiar más cercano. Le puede interesar: Caen 10 extraditables del Clan del Golfo, uno de ellos ‘Alex Simanca’
El domingo 13 de julio de 2009, Alexander Simanca fue sorprendido a eso de las 9 de la mañana cuando departía con su familia y amigos frente a las playas de Castillogrande. En aquel entonces era requerido mediante orden judicial por la Fiscalía Especializada No. 1 por los delitos de extorsión y concierto para delinquir agravado.
La Policía dijo esa vez que su localización fue producto de una operación encubierta que realizaron de manera conjunta miembros de la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas de la Armada Nacional, unidades de la Sijín y funcionarios del CTI de la Fiscalía.
Para esa época, Simanca, desmovilizado del bloque “Héroes de los Montes de la María” de las Auc, era uno de los 18 delincuentes más buscados en Bolívar. Lo señalaban como jefe de finanzas de la banda Los Paisas, “coordinando las extorsiones y boleteos a comerciantes y ganaderos en poblaciones del norte del Departamento como Santa Rosa de Lima, Villanueva, Arenal, Puerto Badel y Pasacaballos”. En Cartagena, dicen los reportes de inteligencia, ejecutaba esas acciones contra los comerciantes del Mercado de Bazurto. Lea aquí: Van 56 capturas contra Los Paisas
Visitando a su familia
Los informes oficiales indican que Alex Simanca quedó en libertad en 2016 y luego de eso se unió a las filas del Clan del Golfo ya con un perfil marcado hacia el narcotráfico. Fue encargado por Dairo Antonio Úsuga ‘Otoniel’ y Juan José Valencia Zuluaga ‘Falcon’ como sucesor de este último tras su captura en mayo del año pasado por parte de la Policía. Simanca asumió, además, como cabecilla del Clan del Golfo en el Magdalena Medio luego de la muerte por COVID-19 entre julio y agosto del año pasado de alias ‘Caicedo’, hombre de confianza de ‘Otoniel’ en esa región del país.
“Dueño de una fortuna producto de sus negocios ilícitos, este individuo se movía precisamente desde el Magdalena Medio hacia la sabana de Bogotá debido a que su núcleo familiar reside en el municipio de Chía (Cundinamarca)”, precisa la Policía para detallar cómo se dio hace días la captura de ‘el Gordo’.
Con labores de inteligencia e informaciones de fuentes humanas, la Dijín lo ubicó en un lujoso complejo residencial del municipio de Chía, donde personal encubierto intentó seguir sus movimientos durante varios días, pese a que casi nunca salió de la residencia, salvo una vez para llevar a sus hijos al colegio y otra para hacer unas compras. Lea aquí: Detienen a 24 presuntos miembros del Clan del Golfo en Colombia
Una noche, los investigadores notaron el movimiento de un vehículo inusual que salió de ese sector hacia la salida a Medellín, lo que les hizo pensar que el destino de ese automotor podía ser el Magdalena Medio y que era posible que el nuevo capo de ‘Otoniel’ iba ahí. Por eso dieron aviso a unidades de la Dirección de Tránsito y Transporte, que instalaron un puesto de control cerca al municipio de La Vega, en Cundinamarca, donde finalmente cayó.
La Policía dice que Alexander Simanca tenía 250 delincuentes bajo su mando: 23 de ellos fueron capturados en esta misma operación, denominada ‘Morgan’, y que realizó la Dijín, con apoyo de la DEA en Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Cali y el archipiélago de San Andrés.
Entre los detenidos hay 10 extraditables que deben responder ante cortes de Nueva York y el sur de La Florida por el envío de aproximadamente cinco toneladas mensuales de cocaína desde San Andrés y Cartagena hacia Centroamérica con destino final Estados Unidos y Europa.