La Policía Metropolitana de Cartagena capturó a cuatro personas que se movilizaban en un taxi de placas WGN 479, en Cartagena. Se presume que tenían planeado cometer una acción delictiva, pues además de tener amplios prontuarios delictivos, iban armados y su actitud sospechosa los delató.
Estas cuatro personas capturadas en el sector de Los Ejecutivos, en la avenida Pero de Heredia, fueron presentadas ante un juez de Control de Garantías, quien tras analizar las pruebas recaudadas por la Fiscalía General de la Nación, con el apoyo de policías de la Unidad Nacional de Intervención Policial y de Antiterrorismo – Unipol-, que conforman los Grupos de Intervención Policía GIP, decidió en una audiencia cobijarlos con medida de detención intramural en centro carcelario, por el delito de porte ilegal de armas de fuego.
El taxi en el que se transportaban también fue dejado a disposición de las autoridades y al momento de ser detenido tenían en su poder un revólver marca Llama, calibre 38, con cuatro cartuchos. Uno de los capturados está en condición de discapacidad.
La Policía reveló las identidades y sus antecedentes. Por una parte, Óscar Antonio Cortés Jiménez tiene tres registros por porte ilegal de armas y hurto; Jairo Antonio Crespo de Arco, dos registros por hurto calificado, extorsión y hurto en menor cuantía; Jhon Jairo Pino Barrios, dos registros por porte ilegal de armas de fuego, hurto menor cuantía y tráfico de estupefacientes y Luis de Ávila Altamiranda, un registro por el delito de homicidio.
La Policía destaca el apoyo de la comunidad, quien al notar los movimientos de estas personas cerca de una entidad financiera, llamaron a los uniformados.
Con este resultado logran desarticular esta estructura delincuencial que sería presunta autora de hurtos cometidos en inmediaciones de las avenidas Pedro de Heredia, El Consulado y El Bosque, en los sectores de Los Ejecutivos, La Castellana, La Plazuela, Plaza Colón y la bomba El Amparo, cuando las víctimas retiraban grandes sumas de dinero de las entidades, siendo seguidos por los contraventores penales, hasta su lugar de residencia, e intimidados con arma de fuego y despojados del dinero.
