Un estropicio en la madrugada de este domingo perturbó la tranquilidad y el sueño de los habitantes del sector Los Cocos, en el barrio El Pozón.
Gritos, golpes, el rechinar de llantas de motos contra el polvoriento suelo hicieron que las personas se levantaran de sus camas y por las puertas y ventanas vieran qué ocurría. Afuera había violencia y dolor.
Se conoció que en hechos confusos fue baleado en el abdomen William Enrique Guerrero Caraballo, de 24 años, peluquero del sector. El proyectil salió del arma de un policía que llegó a la zona para, supuestamente, controlar una riña. Eran las 2:30 de la madrugada.
Dos versiones
La Policía Metropolitana de Cartagena informó que “en una intervención a una riña en el barrio El Pozón fue abatido un hombre que pretendía agredir con un machete a un patrullero cuando intervenía una riña entre varios particulares. Ante un riesgo inminente para el uniformado fue necesario el uso de las armas de dotación tras el ataque directo de este particular.
“Los hechos fueron en la vía pública, cerca de las 2:45 de la mañana. Por transparencia en el procedimiento se abre una investigación ante los entes de control como la Fiscalía, el cuerpo técnico de investigación judicial, la justicia penal militar y control disciplinario interno para que esclarezcan este suceso”, dice el comunicado oficial.
Los familiares del joven tienen una versión diferente. Aseguran que William no amenazó con un machete al policía. “Él había acabado de llegar de una fiesta y estaba en la calle charlando con otras personas. De la nada aparecieron los policías y comenzaron a requisar a uno de sus primos, conocido como ‘Maikol’. Al muchacho no le encontraron nada; sin embargo se lo iban a llevar para la estación”, aseguró una pariente.
Añadió que “luego hubo un cruce de palabras porque a William le pareció injusto que se lo llevaran, cuando el policía sacó su arma y le disparó. Luego lo llevaron al CAP de El Pozón en una moto”.
El balazo
Aunque la Policía asegura que William intentó agredir con un machete al patrullero y que este solo se defendió, su familia afirma que estaba desarmado y que lo que ocurrió fue un abuso. Lo cierto es que fue atendido de urgencias en el CAP y luego fue llevado a la Clínica Madre Bernarda donde minutos después falleció.
En marzo ya son dos las personas que han muerto por balas de policías. El pasado 14 de marzo, hace justamente una semana, murió en un procedimiento César Batista Ortiz, de 41 años, en el barrio Ceballos. También fue baleado en el abdomen.
Sobre este caso la Policía informó que “ordenó la apertura del proceso de investigación por parte de la oficina de control interno disciplinario de la inspección general y la justicia penal militar”.
William vivía con su madre en ese sector y estaba próximo a laborar como vigilante en una empresa.
