Un nuevo dato se suma a la investigación que adelanta la Policía, tras la muerte del sacerdote cordobés Javier Eduardo González Pertuz, quien perdió la vida en un bar, ubicado en a zona rosa de Laureles en Medellín.
El comandante de la Policía de Medellín, coronel José Miranda, confirmó que la persona que estaba con el sacerdote en el establecimiento público , se había llevado el celular, la billetera y un reloj de propiedad de la víctima. Sugiero leer: ¡Caso extraño! Muere sacerdote cordobés en bar de Medellín
Descartó que estuvieran viendo un partido de fútbol, como se dijo inicialmente, pues los trabajadores del lugar señalaron que el padre entró en compañía de otro hombre, entre los 35 y los 40 años de edad, en la madrugada del domingo, se sentaron en la última mesa y pidieron varias bebidas. Media hora después, el hombre salió del lugar.
Se conoció además que el sacerdote salió del Seminario Misionero San José, donde trabajaba como formador, para ver el partido de la Selección Colombia sub-20, pero al lugar donde perdió la vida, llegó en las horas de la madrugada. Sugiero leer: Se revelan detalles de la muerte de sacerdote en bar de Medellín
“El administrador del bar nos dice que él llegó en compañía de otra persona, que consumen algunas bebidas y que la persona que se encontraba con él se retira media hora después. Los hechos se presentan entre una y una y media de la mañana. La persona se va más o menos a las 2 de la mañana”, explicó el oficial, quien indicó que están revisando en detalle las grabaciones de las cámaras del lugar con el fin de identificarlo.
De igual forma, precisó que los trabajadores del bar pensaron que el sacerdote estaba borracho y cuando iban a cerrar, lo sacaron del lugar y lo dejaron en el andén. Ante la sospecha que algo raro le hubiera podido ocurrir, pues no respondía, llamaron a la Policía y fue entonces que verificaron que estaba sin vida.
El comandante policial dijo que el informe de Medicina Legal establece que el sacerdote habría sido envenenado con un coctel de licor, que contenía escopolamina, razón por la cual están intensificando la búsqueda del sospechoso de su crimen.