Eliécer Sneider Sáenz Mattos estaba como espectador en una gallera improvisada del municipio de Hatillo de Loba, en el sur de Bolívar, en la noche del 6 de enero. Allí estaba con algunos amigos observando las riñas de gallos cuando de un momento aparecieron dos sujetos y le dispararon: dos balazos acabaron con su vida de forma inmediata. Eran las 9 de la noche. Lea aquí: Siete muertes en sicariatos en Cartagena y un solo nexo: Clan del Golfo

De inmediato, la Policía fue informada y con las características de los sujetos que suministraron los testigos iniciaron un plan candado y una persecución. Momentos después se confirmó la captura de los presuntos sicarios. Entre ellos estaba un adolescente de 17 años y una persona a quien las autoridades identificaron como Douglar Eduardo Ruidíaz Pedrozo, de 48 años.

Tras su aprehensión, y luego de ser dejados a disposición de la Fiscalía, un juez de Control de Garantías del municipio de Magangué profirió una medida preventiva y restrictiva de la libertad en contra Ruidíaz Pedrozo, lo mismo que al adolescente. Ambos son oriundos del municipio de Guamal (Magdalena).

A los sospechosos les hallaron un revólver calibre 38, marca Smith & Wesson y 15 cartuchos para el mismo; además, una pistola marca Walter (7,65 mm) y 21 cartuchos para la misma. La motocicleta marca Bajaj, línea Discovery 150 ST, de color negro y de placa QAQ-82E, también fue incautada.

Las armas de fuego fueron embaladas técnicamente dentro del proceso de incautación y dejadas a disposición de la autoridad competente.

Recluidos

El juez del caso dio instrucciones para que Douglas Eduardo Ruidíaz Pedrozo fuera recluido en la cárcel Camilo Torres del municipio de Magangué y el adolescente debe ser enviado al centro de reclusión de menores de edad en el municipio de Turbaco. Permanecerán en estos lugares mientras se adelantan las etapas del proceso penal que se adelanta en contra de los sindicados.