¿Cómo es y de qué color es el coronavirus? ¿Cuándo podré volver a abrazar a mis abuelos? ¿Cuándo se va a acabar el coronavirus? Esas son solo tres de las muchas preguntas que los niños pueden formularse ante la pandemia de COVID-19 por la que ellos también se han visto afectados. Esta vez, cinco niños entre los 4 y los 11 años nos enviaron sus preguntas y la encargada de resolverlas fue Laura Marcela Flórez Escudero, médico pediatra.
Para los papás y mamás, es importante aclararles a los niños que ya están en capacidad de entender los temas relacionados con la pandemia, en tal sentido, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dice: “Para los niños puede ser difícil entender lo que ven en internet o en la televisión, o lo que escuchan decir a otras personas, y pueden ser especialmente vulnerables a sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza. Sin embargo, mantener una conversación abierta y sincera con tus hijos podrá ayudarlos a entender y sobrellevar la situación e incluso a hacer una contribución positiva para los demás”.
Estas son las 5 principales recomendaciones de la Unicef:
1. Hazle preguntas abiertas y escúchalo
Empieza por invitar a tu hijo a hablar del asunto. Averigua cuánto sabe y deja que lleve la iniciativa. Si es demasiado joven y todavía no ha oído hablar del brote, tal vez sea mejor no sacar el tema, pero puedes aprovechar para recordarle los buenos hábitos de higiene sin generarle nuevos miedos.
Busca un entorno seguro y permite que tu hijo hable abiertamente. Los dibujos, las historias y otras actividades podrían ayudarte a iniciar la conversación.
Lo más importante es no restar importancia a sus preocupaciones ni evitarlas. Demuéstrale que entiendes sus sentimientos y transmítele calma diciéndole que es normal asustarse por estas cosas. Demuéstrale que lo escuchas prestándole toda tu atención, y asegúrate de que sabe que puede hablar contigo y con sus profesores cuando lo necesite.
2. Sé honesto: explícale la verdad de la forma más adecuada para su edad
Los niños tienen derecho a conocer información veraz sobre lo que está pasando en el mundo, pero los adultos también tienen la responsabilidad de evitar que sufran. Utiliza un lenguaje adecuado para su edad, observa sus reacciones y sé delicado con su grado de ansiedad.
Si no tienes respuestas para sus preguntas, no hagas suposiciones. Aprovecha la ocasión para buscar las respuestas juntos. Los sitios web de organizaciones internacionales como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud son buenas fuentes de información. Explícale que parte de la información que hay en internet no es rigurosa, y que es mejor confiar en los expertos. (Lee aquí: 6 consejos para cuidar a tus hijos del coronavirus)
3. Enséñale a protegerse a sí mismo y a sus amigos
Una de las mejores formas de proteger a los niños del coronavirus y otras enfermedades es, sencillamente, animarlos a lavarse las manos con frecuencia. No tiene que ser una conversación alarmante. Prueben a cantar juntos con The Wiggles o a hacer este baile para que el aprendizaje sea divertido.
También puedes enseñarle a cubrirse la tos o los estornudos con el codo, explicarle que es mejor no acercarse demasiado a las personas que tengan síntomas y pedirle que te avise si comienza a sentir fiebre, tos o dificultades para respirar.
4. Dale consuelo
Cuando vemos montones de imágenes preocupantes en la televisión o en internet, nos puede dar la sensación de que la crisis está por todas partes. Es posible que los niños no distingan las imágenes que ven en las pantallas de su propia realidad personal y crean que corren peligro inminente. Ayuda a tu hijo a lidiar con el estrés ofreciéndole oportunidades para jugar y relajarse siempre que sea posible. Sigue las rutinas y los horarios habituales, sobre todo la hora de irse a dormir, o intenta crear una nueva rutina si cambias de entorno.
Si hay un brote en tu zona, recuérdale a tu hijo que es improbable que contraiga la enfermedad, que la mayoría de las personas que tienen el coronavirus no se ponen muy enfermos y que hay muchos adultos trabajando sin descanso para protegerlos a ellos y a sus familias.
Si tu hijo se encuentra mal, explícale que debe quedarse en casa o en el hospital porque es lo más seguro para él y para sus amigos. Tranquilízalo diciéndole que sabes que a veces es difícil (o que puede asustar o ser aburrido), pero que, si sigue las normas, todo el mundo estará a salvo.
5. Conversaciones cercanas y atentas
Es importante asegurarnos de que nuestros hijos no se quedan angustiados. Cuando termine la conversación, trata de identificar su nerviosismo observando su lenguaje corporal y su respiración y prestando atención a si está utilizando su tono de voz habitual.
Recuérdale a tu hijo que puede volver a hablar contigo sobre cualquier tema delicado en cualquier momento. Recuérdale que te importa, que lo escuchas y que siempre estás disponible si hay algo que le preocupe.