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Regular los gustos para evitar la obesidad

Blanca Ríos, especialista en Psicología de la Obesidad, habla de los tipos de comedores. ¿Cuál es usted?

Comer es un placer que puede convertirse en castigo. La obesidad no avisa cuando llega, y sin darnos cuenta allí está uno tratando de ponerse esa camisa que nos quedaba tan bien y que ahora parece que va a explotar con uno adentro.

Pero comer mal o bien es un hábito adquirido. Un artículo publicado en la Revista Especializada en Endocrinología Pediátrica de España, señala que el tipo de obesidad más común es la exógena o poligénica. aquella que se presenta desde la etapa infantil, por “la coexistencia de una nutrición hipercalórica e inadecuadamente estructurada y de unos niveles reducidos de actividad física, propios del estilo de vida occidental actual, que determinan la acumulación del exceso de energía en forma de tejido adiposo”.

Por otro lado, también están los tipos de comedores. Blanca Ríos, especialista en Psicología de la Obesidad, se dio a la tarea de evaluar la historia alimentaria, el estilo de vida y las conductas de alimentación y según ella se pueden identificar los siguientes tipos: Recomendaciones de la OMS ante la nueva hepatitis aguda infantil

Comedor Emocional: Es aquel paciente que ante situaciones de estrés o ante un estímulo positivo o negativo tiende a comer, generalmente carbohidratos. “El hambre emocional se caracteriza por ser aquella que se despierta por algún estímulo positivo o negativo, que está enfocado en consumir algún tipo de alimento específico (p. ej. antojo por una hamburguesa), que se quiere consumir a pesar de estar lleno, que no genera conciencia (no se sabe cómo, cuándo ni dónde), y que puede o no llevar al paciente a sentimientos de culpa”, dice Ríos.

Compulsivo: Se trata de un paciente que come grandes cantidades de comida en poco tiempo, sin tener hambre, presentándose en episodios leves (1 a 3 veces por semana), moderados (4 a 7 veces por semana), severos (8 a 13 veces por semana) o extremos (más de 14 veces por semana). Esto frecuentemente es denominado trastorno por atraconamiento.

Comedor nocturno: Son pacientes que en la mañana generalmente no comen, pero hacen pequeñas ingestas nocturnas generalmente acompañados de un deseo compulsivo después de la cena. Esto genera un círculo vicioso que puede llevar al paciente a tener insomnio y ansiedad por antojos.

Saber cuál tipo somos nos ayuda a la hora de buscar una solución a la ingesta de comida.

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